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Punto final. Chin púm. Good bye. El McLaren 720S ha dejado de venderse. Sabíamos que el día iba a llegar, pero nuestro corazón de petrolhead no lo quería aceptar. Afortunadamente, hay sustituto: el 750S, que es más una evolución del 720S que un modelo nuevo. De momento podemos estar tranquilos porque no hay rastro de electrificación. McLaren sigue apostando por los V8 pata negra.
Precisamente porque su producción ha terminado y aprovechando que había una unidad de prensa en Madrid, nos hemos despedido del 720S con honores, con una última y exigente prueba en el Circuito del Jarama. Ha sido un día bonito, feliz, en el que no han faltado (casi) lágrimas en el adiós...
Ficha técnica del McLaren 720S
- Largo: 4,54 m
- Ancho: 2,05 m
- Alto: 1,19 m
- Batalla: N.D.
- Peso: 1.285 kg
- Maletero: 210 l + 150 l
- Motor: gasolina V8 biturbo, 720 CV
- Par: 770 Nm a 5.500 rpm
- Tracción: posterior
- Caja de cambios: automática 7 velocidades
- 0 a 100 km/h: 2,8 s
- 0 a 300 km/h: 21,4 s
- Velocidad máxima: 341 km/h
- Consumo WLTP: 12,2 l/100 km
- Emisiones C02: 276 g/km
- Etiqueta: C
- Precio: desde 313.196 euros
McLaren 720S prueba final - fotos
McLaren 720S: un deportivo que infunde respeto
El McLaren 720S cuesta en España 313.196 euros, como 16 Toyota Yaris 120H juntos. Imagina la psicosis que a uno le entra para que no le pase nada y eso que el propio coche te pone alguna que otra traba. Abrir las puertas requiere de espacio, y no a lo ancho, sino a lo alto debido a que las mismas son de tipo tijera con un ángulo de 80 grados, por lo que se pueden rozar si el techo del garaje mide menos de dos metros o hay tuberías.
También es posible que los bajos acaben marcados si no utilizas correctamente el sistema neumático que eleva unos centímetros el eje delantero. Habrá, como mucho, cuatro dedos de distancia entre el suelo y la carrocería, por lo que pasar rápido un badén o bajar la rampa pronunciada del parking de turno suele acabar en disgusto. En verdad, todo esto forma parte de las particularidades de un supercar de más de 53 millones de pelas (las cifras de muchos ceros las sigo convirtiendo a pesetas para darles más valor).
Cuando te quitas el miedo de encima, que dura más bien poco, con lo bueno ¿y malo? que eso conlleva, el McLaren 720S da más placer que un Satisfyer. Tírate en el asiento, abróchate el cinturón y arranca el V8 biturbo de 720 caballos.
Primer orgasmo de los muchos que sentirás. La fogosidad con la que despierta el motor es música para los oídos y es el mejor ejemplo de que el 720S es, precisamente, el rey del sarao allá donde va. Hasta el gasolinero de la estación de servicio de al lado del Jarama pregunta si puede hacerle fotos; “es para enseñárselo a mi mujer”. Sí, ya, tu mujer. ¿No será para fardar ante tus colegas? El diseño lógicamente es muy exótico para los conductores, que a diario se encuentran con SUV y más SUV. Su imagen, incluso, se ha convertido en una obra de arte atemporal si tenemos en cuenta que la propia McLaren ha hecho una evolución del 720S en el 750.
Más delicado de lo que cabría imaginar
Entramos al circuito del Jarama con cuidado, pues la pista está bastante fría a primera hora de la mañana y los neumáticos no están en su mejor forma física. A pesar de una cosa y la otra, poco a poco perdemos la vergüenza y el 720S se libera del lastre de la prudencia al que estaba sometido. Se encuentra, por fin, en su hábitat natural. Basta pasar de modo de conducción para que el coche se vuelva definitivamente un animal salvaje (saltamos de Confort a Sport).
Con el amarillo y el negro de su carrocería, se parece al felino más rápido del planeta. Su dirección electrohidráulica es tan fina como el ojo de un guepardo, se mueve entre curvas con la misma soltura que éste y acelera a tal ritmo que incita a bajar el tiempo por vuelta una y otra vez. Literalmente pesa menos que un Skoda Octavia 1.0 TSI de tres cilindros, y eso ayuda a tener un comportamiento tan extremadamente ágil, con una relación peso-potencia de 561 caballos por tonelada, de los mejores de su categoría.
Decía antes que el miedo había desaparecido, pero lentamente regresa si durante un solo segundo decides buscar los límites de la pista. Es entonces cuando este McLaren deja de ser el deportivo civilizado que nos estaba encandilando. Con la función Track, la más extrema de las disponibles, los neumáticos posteriores están sobrepasados por esos 770 Newton/metro que surgen de forma eléctrica. Y aunque el control activo del chasis hace todo lo que está en su mano para poner un punto de cordura a semejante potencial, no es capaz. Esa era la señal que necesitamos para bajar el ritmo. No somos capaces de llevarlo fino: derrapa en exceso y como estamos a muchas más cosas, frenamos antes o después. ¡Qué manos hay que tener! Salimos de las instalaciones pensando en la despedida.
Ya te puedes imaginar lo que viene a continuación. Hay drama; mucho. Él apaga sus luces y yo le digo “ha sido un placer”. El resultado de este especial bis a bis lo tienes ante ti. Quedará en el archivo de documentación de Car and Driver y, cómo no, en nuestro corazón. Hasta siempre, McLaren 720S.
Precio y equipamiento del McLaren 720S
Como te hemos dicho, el McLaren 720S ha dejado de producirse y ya no está a la venta. Hasta el momento, en España, el deportivo coupé tenía una precio de 313.196 euros con un amplio equipamiento de serie, como cámara de visión periférica 360 grados, equipo de audio Bowers&Wilkins, volante de Alcantara, asientos tapizados en cuero con estructura de fibra de carbono, sistema multimedia, llantas de aluminio fundido, pintura metalizada…
Valoraciones
A favor: Diseño atemporal. Sonido del motor en aceleración a fondo. Puesto de conduc- ción bajo y pensado en las carreras. Dirección megaprecisa en conducción deportiva.
En contra: Precio de venta elevado. Visibilidad posterior limitada. Consumo de combus- tible muy alto. Sistema multimedia lento. Apertura de las puertas en garajes.
