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La decisión de Porsche de cancelar su proyecto de un nuevo programa de carreras para los por entonces nuevos LMP llevó a la creación de un coche de calle verdaderamente espectacular construido alrededor del motor V10 del abortado prototipo. Walter Röhrl, dos veces ganador del Mundial de Rallyes, ya llevaba un tiempo como piloto de desarrollo de Porsche cuando se gestó ese plan. Ahora nos cuenta por qué considera al Carrera GT su obra maestra:
“¿Que si creo que debería estar entre los 20 mejores coches de la historia? Absolutamente, y para mí no sólo está entre los 20 mejores, es el número uno absoluto. Siempre le digo a todo el mundo que si me concedieran un único deseo para tener un solo coche, ese sería siempre el Carrera GT”.
“Fue el primer superdeportivo en el que participé en su desarrollo, especialmente desde el principio. Normalmente, dentro de mi trabajo en Porsche, me encontraba con coches que estaban ya listos a un 80 o 90%, pero con el Carrera GT fue diferente. Justo después de que se construyera el primer chasis funcional, ya estaba sentado en el coche”.
“Al principio hubo algunos problemas. El coche perdía agarre muy repentinamente y si no eras muy rápido con la dirección, ya era demasiado tarde. En Nürburgring [donde Röhrl condujo el coche durante su desarrollo] no hay espacio para errores. Nuestro objetivo siempre fue que si alguien supera el límite, todavía tenga la oportunidad de recuperar el control del coche. Por supuesto, eso no es tan fácil en un coche con 612 CV de potencia y que pesa 1.380 kilos. Durante el desarrollo, nos esforzamos mucho con Michelin porque el límite entre agarre y deslizamiento era muy agudo. Finalmente, tuvimos 10 compuestos diferentes hasta que estuvimos satisfechos con el neumático”.
“Para mí, es el coche perfecto para carreteras abiertas convencionales, especialmente en curvas cerradas. Es increíble lo precisa que es la dirección, cómo el coche hace exactamente lo que quieres. En una pista de carreras, tal vez quieras más carga aerodinámica, pero es el coche perfecto para una carretera de montaña sinuosa con ese centro de gravedad tan bajo. Te aporta muchísimo feeling”.
“Para la gente era un poco difícil trabajar con el embrague [cerámico]. En el lanzamiento del coche, no vi a ningún periodista que no se le calara. Un cliente llevó su coche a la fábrica tres veces y dijo que el embrague no funcionaba. Después de la tercera vez, dijeron: “Pídele a Walter que conduzca tu coche. Si dice que no está bien, le creemos”. Por supuesto, era perfecto, pero el dueño no llegó a congeniar con el coche y al final acabó vendiéndolo. Entonces le dije: "Escucha, si realmente vas a venderlo, yo te lo compraré". Pero entonces alguien le ofreció mucho más dinero”.
“Nunca he tenido un Porsche Carrera GT. Cuando decidí que realmente quería uno, los precios ya estaban subiendo mucho y muy rápido. Llegué demasiado tarde”.
“¿El coche da miedo? No lo creo, porque si analizas los accidentes que ha tenido la gente, siempre hubo motivos. No puedes subirte a un Carrera GT con los neumáticos fríos y pensar que, después de unos cientos de metros, el neumático está funcionando por completo”.
"¿Mi parte favorita? El sonido es absolutamente insuperable. Me recuerda a cuando veía la Fórmula 1 en Montecarlo y los coches pasaban por el túnel. Si utilizas las revoluciones máximas, te sientes como un piloto de carreras sentado en un Carrera GT”.
Our man on the other side of the pond, Mike Duff lives in Britain but reports from across Europe, sometimes beyond. He has previously held staff roles on U.K. titles including CAR, Autocar, and evo, but his own automotive tastes tend toward the Germanic: he owns both a troublesome 987-generation Porsche Cayman S and a Mercedes 190E 2.5-16.
Especializado en el mundo del motor, la competición y la tecnología, Antonio Ramos Ochoa es redactor de Car and Driver. Se comenta que antes de bajarse del carro ya iba diciendo el nombre de los coches que iba viendo por la calle. Unos cuantos años después sigue hablando de una de sus pasiones aquí. Aficionado al Motorsport, el cine, videojuegos y la historia, incluso se desfoga de vez en cuando al volante de un kart o un simulador.