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En 204 metros de longitud hay espacio para muchas cosas en un yate de lujo, pero hasta ahora no habíamos visto que se pudiera llevar un dirigible. La incansable imaginación de Lazzarini ha creado el Colossea, un megayate de lujo que también es una estación flotante para el atraque de un dirigible desmontable, movido por ocho motores eléctricos y que se adapta perfectamente a la cubierta superior de la embarcación. Cuando el dirigible no está, la zona de atraque comprende una piscina y una cubierta al aire libre con unas excelentes vistas.
La aeronave es un homenaje al dirigible N1, que luego fue rebautizado como Norge, que hizo su primer vuelo de prueba hace más de un siglo desde Roma. El Norge, de construcción italiana, completó el 12 de mayo de 1926 el primer viaje verificado de cualquier tipo al Polo Norte, además de ser la primera aeronave que sobrevoló la capa de hielo entre Europa y América. El nuevo dirigible de Colossea reinterpreta el diseño de aquel pionero con las mismas medidas pero con materiales y un sistema de propulsión adaptados al siglo XXI.
Movido por hidrógeno
Está totalmente concebido para construirse en fibra de carbono, desde la estructura interna hasta la superficie exterior. Dentro del dirigible de Colossea hay 22 compartimentos aislados que dan cabida a instalaciones de todo tipo, en especial los tanques de LH2 (hidrógeno líquido), las baterías o las 22 suites para invitados y diez tripulantes que puede transportar, con una capacidad de carga total de diez toneladas. El diseño del Colossea, ya sea con el Norge anclado en su cubierta o sin él, es espectacular.
El volumen total de los compartimentos de gas es de 30.000 m3, lo que permite que la aeronave pueda ajustar su volumen de hidrógeno entre los diferentes compartimentos para mantener el equilibro y también como reserva en caso de pérdida de gas. El mismo LH2 se utiliza para suministrar la energía necesaria para cada uno de los ocho motores que lo propulsan y que le permiten alcanzar una velocidad máxima estimada de 165 km/h (unos 90 nudos).
El yate está impulsado por tres motores HTS eléctricos que le permiten una velocidad máxima de 22 nudos, unos 41 km/h. Aunque el dirigible este anclado a la cubierta del megayate, sus motores pueden trabajan en combinación con los de la propia embarcación para aumentar su velocidad y mejorar la eficiencia. El yate ofrece todas las comodidades para los invitados en 22 suites para invitados desplazadas y una cubierta múltiple con piscinas en la parte trasera, por lo que puede alojar un total de 44 invitados y 20 tripulantes. La zona superior de despegue/aterrizaje está especialmente diseñada para la adaptación del dirigible, que puede volar de forma completamente independiente una vez separado del casco del Colossea.
