Cuando aparcamos en un lugar incorrecto, ya sea un vado, una zona de carga y descaga o cualquier otro área restringida, asumimos un riesgo muy evidente: que se lo lleve la grúa, con las consecuencias que todos sabemos que implica.

Llevarse esta desagradable sorpresa no es plato de buen gusto para nadie pero si añadimos a la ecuación el mal día de un conductor obstinado, la historia puede desencadenar en un suceso tan surrealista como el que viene a continuación. El reciente ejemplo nos llega desde Estados Unidos, concretamente desde Homestead, Florida.

Al parecer, un Ford F-150 de color blanco pasó a formar parte de la compañía de grúas correspondiente debido a circunstancias que desconocemos. La respuesta inmediata de su propietario fue perseguir al conductor con la supuesta intención de recuperar algunos objetos del interior del vehículo, a lo que este accedió. Sin embargo, el verdadero propósito no era ese, sino uno que no esperamos.

En un completo giro de guion, el dueño de la pick-up estadounidense se sube a su vehículo y comienza a acelerar con vehemencia con el único objetivo de librarse de la grúa. Durante unos segundos se produce un llamativo tira y afloja entre los dos vehículos, para sorpresa de los allí presentes. Tras varios intentos fallidos debido a la resistencia del gancho que sujetaba al F-150 y tras un pequeño susto en el que la grúa se levanta, el enojado conductor parece cesar sus tentativas.

Finalmente, según la descripción del vídeo, las autoridades hicieron acto de presencia y el conductor de la pick-up estadounidense fue arrestado por sus acciones. Esperemos que este propietario haya aprendido la lección y calme su temperamento para la próxima vez.

youtubeView full post on Youtube

Headshot of Borja Díaz
Borja Díaz

Especialista en temas de motor y tecnología. Apasionado de la mecánica y las cuatro ruedas desde niño, ahora trato de transmitir mis experiencias a todo aquel que disfrute con el olor a gasolina, la velocidad, el placer de conducir, el diseño y el sonido de esos motores que nos ponen los pelos de punta