Desde 1966, año en que apareció la primera generación del Toyota Corolla, este modelo ha sido sinónimo de fiabilidad, calidad y una excelente relación calidad/precio en todo el mundo. Sin duda, la mayor parte de las ventas en España se las va a llevar el cinco puertas, pero también hay un Touring Sports (familiar) y un Sedán de cuatro puertas. El de cinco es cuatro centímetros más largo que el Auris al que reemplaza, un aumento de longitud que coincide con el incremento de la distancia entre ejes, es 2,5 centímetros más bajo y tres más ancho. Su aspecto es mucho más atractivo, con un toque deportivo, sobre todo en los acabados con pintura bicolor.
En el interior la influencia del exitoso C-HR es clara y el salpicadero es muy parecido, con unos materiales que transmiten una excelente sensación de calidad. El salpicadero parece estar tapizado en cuero, con pespuntes visibles, y todos los plásticos, incluso los paneles de las puertas, tienen un tacto blando y agradable. Hay dos tipos de asientos, amplios y con una buena sujeción, pero los que van con los acabados más altos tienen un aspecto casi de baquets de competición, combinando cuero, tela y Alcantara.
A pesar de la mayor distancia entre ejes el espacio interior no da la impresión de haber mejorado mucho con respecto al Auris y aunque es bueno, no destaca por encima de la media del segmento. El maletero ofrece 361 litros con el motor 1.8 y 313 litros con el 2.0. En el familiar Touring Sports llega hasta los 598 y 581 respectivamente con cada uno de los motores y en el sedán es de 471 litros, ya que esta carrocería solo está disponible con el motor 1.8. El sedán es el que ofrece la mayor distancia entre ejes, seis centímetros más que el cinco puertas y el Touring Sports.
El nuevo Corolla utiliza la plataforma TNGA, la misma que se estrenó con el Prius de última generación y que también se emplea en el C-HR. La suspensión delantera es independiente, McPherson y la trasera, también independiente, multibrazo en todas las versiones, algo ya poco habitual en este segmento en el que el eje trasero torsional suele ser lo más normal a menos que se trate de versión más potentes. En algunos mercados los amortiguadores son de dureza variable controlada electrónicamente, pero a España no va a llegar esta posibilidad ni en opción. Con todo y eso, el Corolla con su suspensión de serie resulta realmente estable y ágil en carreteras viradas.
Las dos mecánicas disponibles en el nuevo Corolla son híbridas, el conocido 1.8 que se monta en el Prius y el C-HR con 122 caballos, y un nuevo 2.0 litros con 180 caballos. Además de por la cilindrada se diferencian por la batería del sistema híbrido. En el menos potente es de iones de litio y en el dos litros de hidruro de níquel, con más capacidad pero con un peso 16 kilogramos mayor que la de litio. El mayor tamaño del motor dos litros obliga a colocar la batería tradicional de 12 voltios en el maletero, por lo que se reduce su capacidad en casi 50 litros en el más potente.
En el Touring Sports la diferencia de capacidad del maletero es menor porque se aprovecha un hueco lateral para colocar la batería de 12 voltios. El cambio es el mismo, en todas las versiones, el denominado por Toyota transeje de engranajes. Su funcionamiento ha mejorado considerablemente y la sensación de 'patinamiento', la diferencia entre revoluciones del motor y aceleración real, ahora se ha reducido y las reacciones cuando se pisa el acelerador a fondo son más rápidas.
Los casi 60 caballos de diferencia entre cada una de las versiones y la mayor potencia del motor eléctrico del 180H son claves para conseguir un comportamiento verdaderamente ágil que ahora sí que ofrece unas sensaciones más deportivas. Además, cuenta con levas en el volante, con seis relaciones predeterminadas, para conseguir una mayor sensación de control por parte del conductor, además de los diferentes programas de conducción. El chasis, más firme que en el anterior Auris, consigue un comportamiento más divertido, sin perder comodidad.
Las cifras hablan por sí solas y el 1.8 consigue una aceleración de 0 a 100 kilómetros/hora en 10,9 mientras que el 2.0 rebaja ese tiempo en nada menos que tres segundos, aunque los dos ofrecen la misma velocidad máxima, 180 km/h. Los consumos son medios declarados son de 3,3 y 3,7 litros respectivamente, aunque durante la presentación dinámica, la media que hemos obtenido en un recorrido de unos 100 kilómetros por carreteras secundarias y con una conducción normal, incluso con un par de fuertes aceleraciones para probar su respuesta, fue de 4,9 y 6,1 litros, consumos muy buenos pero lejos de las cifras de homologación.
El equipamiento de serie es realmente completo desde la opción más básica que incluye ya faros de led, el llamado Safety Sense con ayudas a la conducción que varían en función del nivel de acabado, y el sistema de llamada de emergencia. Está a la venta en seis niveles de equipamiento cerrados, los tres más altos destinados al motor más potente y las únicas opciones disponibles son el techo panorámico que cuesta 1.300 euros y el navegador, 850 euros. El cinco puertas arranca en los 24.850 euros para el 1.8 Hybrid y 29.450 para el 2.0 Hybrid. El Sedán cuesta unos 750 euros más a igualdad de motor y el Touring Sports supone unos 1.350 euros más de media.
