Mantiene el tacto duro de la suspensión y de sus mandos así como la originalidad de todo Mini, con un amplio catálogo de personalización para hacer de cada modelo vendido una versión única en el mundo. Entonces, ¿qué tiene de nuevo? El Countryman Cooper S E añade a la filosofía del SUV un plus para los que piensen en la eficiencia y en la movilidad del mañana.

Sí, porque como buen híbrido enchufable, tendrá vía libre para acceder a los centros de las ciudades cada vez que se activen los protocolos de restricción de tráfico rodado por culpa de la contaminación, algo posible gracias a sus dos propulsores, uno gasolina y otro eléctrico. El primero es un tricilíndrico de 136 caballos y 22,5 kilográmetros de par encargado de mover las ruedas delanteras, cuyo sonido en aceleración es realmente deportivo y sin vibraciones; el segundo, con 88 CV y 16,9 kilográmetros de par, hace lo propio con las traseras, de ahí que esta combinación permita al S E ser un tracción integral sin unión física. Toda la mecánica, incluido el chasis, es idéntica a la del BMW Serie 2 225xe iPerformance Active Tourer, siendo ésta heredada en parte del espectacular i8, tal como nos confirmó un ingeniero de BMW-Mini.

La unidad eléctrica va colocada bajo el piso del maletero y la banqueta trasera es 2,8 centímetros más alta

Durante la toma de contacto por los alrededores de Barcelona descubrimos que la pisada sigue siendo la misma que la del Countryman, con ese puntito firme en la amortiguación a la que hacíamos referencia en el arranque del artículo. La dirección permite ‘meter’ bien en curva a este SUV aunque se muestra más subvirador de lo esperado.

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El E pesa 1.660 kilos, unos 270 kilos más que un Cooper S con cambio automático

El Cooper S E Countryman anuncia 42 kilómetros de autonomía en eléctrico con el 100% de la carga, para lo que se tarda dos horas y media en un wallbox y tres horas y cuarto en un enchufe de casa. De primeras, esa distancia nos es imposible alcanzar ya que la unidad asignada tiene una carga inicial del 88% y el itinerario transcurre principalmente por autovía y carretera de montaña, en las que apreciamos que es un magnífico rutero a costa de perder la energía acumulada en las pilas a un ritmo alto, rodando sin consumir gasolina hasta 130 kilómetros/hora de marcador, unos 125 reales (esta velocidad está limitada electrónicamente y no es posible rebasarla hasta que entra el bloque de gasolina). En los breves tramos urbanos sí hemos visto que la autonomía aguantaba y que las inercias y las frenadas permitían incluso aumentar la autonomía, a costa de una conducción muy suave, imprescindible para aprovechar todo el potencial que ofrece el S E.

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El conductor, al respecto, puede obligar al sistema híbrido a funcionar de una forma u otra en según las necesidades con las funciones AUTO eDRIVE (el ordenador elige qué propulsor es el más adecuado), MAX eDRIVE (sólo eléctrico) y SAVE BATTERY (mantiene la carga para utilizar más adelante). Estos tres programas se combinan a su vez e independientemente con los modos de conducción Green, Mid y Sport, cuya principal diferencia entre ambos radica en la potencia disponible, siendo menor en Green y la total en Sport (recordemos, 224 caballos, 39,3 kilográmetros de par, 6,8 en el 0 a 100 y 198 kilómetros/hora de punta). El consumo medio homologado es de 2,1 litros a los 100 y emite 49 gramos de C02 por kilómetro.

A baja velocidad y en eléctrico, el S E Countryman emite un sonido galáctico para alertar a los peatones de su presencia

También es justo hacer un breve repaso al sistema multimedia, disponible con una sencilla pantalla táctil de 6,5 pulgadas o la Professional táctil de 8,8 pulgadas, esta última recomendable para los que disfruten de esta tecnología por su singularidad. Hemos probado este último y, como en ocasiones pasadas, nos resulta rápido e intuitivo en su manejo. Cuenta además con una de las navegaciones 3D más claras y veloces del mercado y a su vez puede reproducir las imágenes de la cámara de marcha atrás, cuya resolución es sencillamente sensacional incluso en días con lluvia o en garaje.

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Ya hay 44 pedidos en firme del Countryman Cooper S E, antes incluso de que esté en los concesionarios

Para el final dejamos la relación precio-equipamiento. Cuesta exactamente lo mismo que un Countryman Cooper SD de 190 caballos (37.600 euros) y, además de tener una estética deportiva, incluye faros led dinámicos, llantas de 17 pulgadas con neumáticos 'normales' (no son de baja resistencia a la rodadura), climatizador bizona, control de crucero, una salida de escape (frente a las dos de los Cooper S), transmisión automática Steptronic, logos específicos en amarillo…

Por último, aclarar que en ese precio están incluidas una garantía para la batería de seis años ó 100.000 kilómetros así como otra garantía de reparación extendida a tres años ó 200.000 kilómetros. ¿A que empiezas a verlo con otros ojos?

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Mini 2018: Un utilitario de bandera