Ha entrado de lleno en el segmento SUV y pese a no disponer de tracción integral, el nuevo Peugeot 3008 tiene argumentos para convencer a los más aventureros. Además de una estética campera y una generosa altura libre al suelo, cuenta con el Grip Control y el Hill Assist Descent Control (HADC), dos sistemas que mediante gestión electrónica actúan sobre los frenos y el ESP para conseguir motricidad en condiciones de baja adherencia como arena o nieve –al menos en la teoría–. ¿Pero será suficiente para abandonar el asfalto con garantías? Para comprobarlo nos hemos desplazado hasta Val d'Isère, en los Alpes franceses, al mismo tiempo que una ola de frío polar azota el centro de Europa con gélidas temperaturas.

Las pistas nevadas fueron nuestro escenario de pruebas principal, por lo que seleccionamos el modo nieve a través del mando giratorio del Grip Control, que nos permite elegir entre cinco programas de motricidad disponibles: carretera, nieve, barro, arena y ESP Off. Aunque las limitaciones de la tracción delantera en este tipo de terrenos son evidentes, la gestión electrónica nos hace perder el miedo a seguir avanzado sobre la espesa capa de nieve y las numerosas placas de hielo. Esta tecnología maneja el control de tracción para evitar que perdamos agarre, de esta forma, y aunque pisemos a fondo el acelerador en un terreno deslizante, las ruedas delanteras reciben el par justo para evitar derrapadas y conseguir motricidad.

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El Grip Control se complementa con el Hill Assist Descent Control, un asistente de descenso que retiene el vehículo en pendientes pronunciadas y zonas resbaladizas. Se activa a través de un botón ubicado delante de la palanca de cambios y controla la velocidad del vehículo en bajadas muy inclinadas. Los neumáticos "All Seasons" hacen el resto, comportándose de manera similiar a las gomas de invierno; en este caso son del fabricante Continental, y se ofrecen junto a los otros dos elementos en una combinación de equipamiento extra denominada Pack Motricidad, disponible para cualquier motorización y acabado.

Sorprende el funcionamiento del control de descensos en estas condiciones de adherencia tan escasa. Es un seguro.

Aprueba con nota

Después de atravesar un bosque y afrontar con éxito fuertes pendientes volvemos a la carretera y recurrimos de nuevo al selector giratorio para escoger el modo de motricidad estándar. Llegados a este punto debemos reconocer que no echamos en falta una opción con cuatro ruedas motrices en la familia 3008, el Grip Control y el HADC ofrecen la posibilidad de adentrarnos en zonas difíciles con un sistema de tracción simple, con la ventaja que esta configuración supone en la conducción diaria, pues el ahorro de peso respecto al 4x4 se traduce en mejores prestaciones y consumos más contenidos, además de un desembolso menor en la compra inicial y los mantenimientos posteriores. Y es que los clientes del nuevo todocamino galo podrán equipar el Pack Motricidad por 700 euros en la variante de acceso Active o 300 euros en los acabados superiores, denominados Allure, GT Line y GT.

El Peugeot 3008 se convirte así en un duro rival para el resto de aspirantes al trono de los SUV de tamaño compacto. La electrónica nos hace olvidarnos de los tradicionales sistemas de tracción total, al menos en un segmento en el que las verdaderas cualidades off road pierden importancia en favor de un buen comportamiento en carretera y más agrado en el uso cotidiano, disponiendo, eso sí, de buenas aptitudes a la hora de pisar el campo.

peugeot 3008 2021 imagen oficial