Tras varios años sin estar presente en el segmento de los compactos, Nissan regresa con el Pulsar que, afortunadamente, nada tiene que ver con el Tiida, una opción que apenas gozó de éxito comercial en nuestro país debido a un diseño poco atrayente. Aprendida la lección, este vehículo completamente nuevo viene a rivalizar con opciones tan solventes como, por ejemplo, el Ford Focus, una de las referecias del segmento. El Pulsar comparte multitud de componentes con el exitoso Qashqai, la referencia de los SUV, y se fabrica en exclusiva en Barcelona para todos los mercados.
Por su parte, el Focus puede considerarse uno de las compactos más avanzados gracias a un completo equipamiento tecnológico en constante evolución. Además, acaba de recibir un lavado de cara que lo hace aún más competitivo.
Por caminos diferentes
Con una distancia entre ejes de 2,7 metros y 4,38 de largo–cotas superiores a las de su rival– el Pulsar ofrece una buena habitabilidad. Tanto delante como detrás hay bastante amplitud disponible, algo apreciable, sobre todo, en las plazas traseras, donde el espacio disponible para las piernas es superior al que aporta el Focus. Estas cotas se completan con un maletero de 385 litros, que si bien se encuentra en la media del segmento, es superior al de su rival. La capacidad de carga, además, se puede ampliar hasta los 1.395 litros –1.148 en el Ford– y aunque la superficie no es plana, el umbral bajo facilita el transporte de objetos de un cierto tamaño.
En el puesto de conducción sucede algo parecido. El Pulsar da sensación de amplitud, aunque el conductor no se siente plenamente integrado, algo que sí sucede en el Focus, donde la instrumentación y los diferentes mandos ‘abrazan’ al conductor. El volante multifunción de tres radios no es tan completo como el del Focus; por contra, es más sencillo de utilizar. Asimismo la consola central está dominada por una pantalla de 5,8 pulgadas que da acceso al sistema Nissan Connnect, que no es tan avanzado como la segunda generación del SYNC de Ford, que supone todo un alarde de tecnología para el segmento medio.
Argumentos renovados
Por su parte, el cockpit del Focus ha sufrido algunas modificaciones, es novedoso y agradable a la vista además de muy completo. La gran pantalla central de ocho pulgadas domina la consola y se complementa a la perfeccción con el cuadro de instrumentos que combina información analógica y digital. Además contamos con el sistema de reconocimiento de voz SYNC 2 que nos permite desde modificar la tempertura del interior hasta seleccionar música.
Una vez familiarizados con todos estos gadgets –algo que lleva su tiempo dadas las posibilidades que ofrecen–, llega el momento de conocer cómo se desenvuelven. El Pulsar equipa un motor turbodiésel de ultima generación que cumple la norma anticontaminación Euro VI, algo que se refleja en su bajo nivel de emisiones, con cifras impensables hace algunos años, mientras que el Focus está a la espera de estrenar el renovado 1.5 TDCi que sustituirá al actual 1.6 que, sin embargo, continúa plenamente vigente.
En el caso del Nissan, esta eficiencia tiene su contrapartida en una cierta pérdida de carácter. Este bloque 1.5 dCi es de origen Renault y transmite más rumorosidad que su rival, también debido a una insonorización peor resuelta. Asimismo, un cambio de marchas con largos desarrollos penaliza las recuperaciones en favor de unas cifras de consumo medio realmente excelentes, pero lejos de las homologadas, de alrededor de cinco litros.
En cuanto al TDCi de Ford, aporta un comportamiento correcto y gracias a unos desarrollos de cambio más cerrados, siendo la entrega de potecia idéntica a la del Nissan Pulsar, ofrece un carácter más ‘redondo’, pero con un consumo apreciablemente superior, aunque también excelente, premisas fundamentales para un compacto del siglo XXI.
Precio, equipamiento y ficha técnica del Ford Focus 1.6 TDCi
Precio, equipamiento y ficha técnica del Nissan Pulsar 1.5 dCi
