Cuando llegó a nuestro mercado en 2014, el Ford Ecosport no fue suficiente para convencer al público europeo. Por suerte, en la compañía del óvalo reaccionaron a tiempo y en 2015 lo sometieron a su primer restyling para adaptarlo a los gustos del Viejo Continente. La jugada tampoco terminó de funcionar y desde entonces, el miembro más pequeño de la familia SUV de Ford ha sido una magnífica alternativa para los urbanitas más aventureros. Pero el tiempo sigue pasando y en los últimos meses se han multiplicado los rivales del Ecosport con la llegada de los Seat Arona, Kia Stonic, Hyundai Kona, Opel Crossland X o Citroën C3 Aircross. Ford se ha visto obligada a reaccionar ante semejante ofensiva y el resultado es el Ecosport más completo –y atractivo– de todos los tiempos.
Las modificaciones afectan a todo el conjunto y, además de actualizar su aspecto exterior, estrena un habitáculo más vistoso y mejor rematado, añade un inédito motor turbodiésel de 125 caballos a la oferta mecánica, estrena el acabado ST Line y mejora la puesta a punto del bastidor. A todo esto hay que sumar la posibilidad de asociar un sistema de tracción total al nuevo propulsor Diesel, ampliando así sus cualidades dinámicas fuera del asfalto y pasado a ser uno de los pocos modelos de la categoría que ofrecen esta opción.
A nivel estético, los cambios más trascedentales se concentran el frontal, que adopta una nueva parrilla y cambia el diseño de los faros para adaptarse al lenguaje de diseño del resto de modelos de la gama. El acabado ST Line ofrecerá, además, la posibilidad de pintar el techo en un color diferente al de la carrocería. En total habrá cuatro colores disponibles para el techo, dando como resultado hasta 17 combinaciones bicolor. El catálogo de llantas también se amplía con nuevos modelos de 17 y 18 pulgadas.
Más importantes son las modificaciones llevadas a cabo en el interior. Tomado directamente del Fiesta, el habitáculo del Ecosport gana en atractivo y calidad, pero también en ergonomía y confort gracias al reposicionamiento de todos los mandos y a las mejoras llevadas a cabo en materia de insonorización. Es fácil encontrar una buena postura de conducción a través de los múltiples ajustes de los asientos, aunque echamos de menos algo de sujeción lateral incluso en las butacas del acabado ST Line. Las plazas traseras son lo suficientemente amplias como para alojar a dos adultos, quedando reservado el asiento central para pequeños desplazamientos o personas de menor envergadura.
A consecuencia de su apertura lateral, lo que sigue sin convencernos es el portón trasero. Resulta poco práctico y se convierte en un problema cuando aparcamos junto a una pared o inmediamente después de otro coche. Al menos, con 334 litros de capacidad el espacio de carga es razonable y, gracias al doble fondo, podemos esconder objetos poco voluminosos o separarlos del resto del equipaje para que no sufran golpes.
Disponible en 6,5 y 8 pulgadas, la nueva pantalla multifunción mejora la experiencia multimedia y permite disfrutar del equipo de infoentretenimiento Sync 3 compatible con Apple CarPlay y Android Auto a través de MirrorLink. La cosa mejora todavía más con el excepcional conjunto de altavoces firmados por B&O Play. Sea cual sea el acabado -Trend, Trend+, ST Line y Titanium- el equipamiento de serie es muy completo y ya en las variantes de acceso encontramos volante forrado en piel con ajuste en altura y profundidad, llantas de aleación, reposabrazos delantero o elevalunas eléctricos delanteros y traseros. Con los paquetes superiores se añade, entre otras cosas, la apertura y el arranque sin llaves, el control de crucero o los retrovisores con intermitentes integrados. Por supuesto, no faltan ayudas a la conducción como el asistente de arranque en pendiente, la detección de objetos en el ángulo muerto o los faros de xenón.
En el apartado mecánico, encontramos los ya conocidos EcoBoost de 1.0 litros con 125 y 140 caballos de potencia y el 1.5 TDCi de 100 caballos. A mediados de 2018 se añadirá una variante de 100 caballos para convertirse en la variante de acceso a la gama. La otra novedad viene dada por el bloque EcoBlue de 1.5 litros y cuatro cilindros, con 125 caballos y 30,6 kilográmetros de par. También llegará a mediados de 2018 y podrá asociarse a un sistema de tracción total. Junto al resto de motores, se combinará con transmisión manual de seis velocidades, aunque el EcoBoost de 125 caballos también podrá ir ligado a una caja de cambios automática de tipo convertidor de par.
Durante nuestra toma de contacto ralizada por los alrededores de Lisboa, pudimos ponernos a los mandos del gasolina de 140 caballos y del EcoBlue de 125, ambos con cambio manual. El primero sigue destancando por su reducido nivel de ruido y vibraciones y, aunque no presenta mejoras, la caja de cambios de seis velocidades le ayuda a rodar más desahogado en vías rápidas y a rebajar los consumos que, en cualquier caso, son buenos e incluso rodando a un ritmo alegre no consiquieron superar los 8 litros cada 100 kilómetros. De cualquier forma, si das prioridad al ahorro deberás decantarte por el turbodiésel. Es signficativamente más rumoroso que el EcoBoost y también resulta menos agradable por su mayor nivel de vibraciones, pero empuja con contundencia desde la zona más baja del cuentavueltas y no tiene nada que envidiar en cuestión de rendimiento al motor de 140 caballos. En buena medida se debe a la cantidad de par disponible, pero el magnífico escalonamiento de las marchas también tiene su parte de culpa. En este caso, el consumo obtenido en las mismas carreteras de montaña por las que circulamos con el EcoBoost se situó en 7,4 litros, si bien en un uso menos exigente podría rondar una cifra de 6 litros en ciclo mixto.
En marcha, se hacen evidentes las mejoras en la puesta a punto del bastidor a tavés de un mayor aplomo en carretera y un mejor paso por curva. Su carrocería alta y estrecha no ayuda en este apartado, pero queda compensado con el excelente control de estabilidad antivuelco. Gracias a este sistema, la carrocería no acusa un balanceo excesivo en zonas viradas y la pisada es firme en cualquier sitiuación. La suspensión más firme del ST Line también contribuye a lograr un paso por curva más rápido y seguro, aunque no resulta excesivamente dura o seca en ningún momento. Las modificaciones también han llegado a la dirección, que pasa a ser más ligera y precisa para incrementar el confort en carretera y facilitar las maniobras a baja velocidad.
Ford acepta pedidos del nuevo Ecosport desde el 11 de diciembre, aunque las primeras entregas no se realizarán hasta el mes de febrero. Los precios, sin descuentos, arrancan en los 18.850 euros correspondientes al 1.0 EcoBoost de 125 caballos ligado al acabado Trend y ascienden a 20.200 euros en el caso del 1.5 TDCi de 100 caballos asociado al mismo acabado. Por su parte, el 1.0 Ecoboost de 140 acaballos con paquete Titanium parte de los 22.000 euros. No obstante, y como campaña de lanzamiento con todos los descuentos incluidos, el Ecosport partirá desde los 13.900 euros y sólo hasta febrero podrá adquirise una serie especial basada en el acabado Titanium con todo el equipamiento disponible por 15.800 euros.
