Desde la sede europea de Toyota, sita en Bruselas, se luchó con la japonesa para que se le dejase total libertad a la primera a la hora de retocar no sólo el aspecto del coche, sino también el tacto de la dirección y las suspensiones; tras largas discusiones y mostrar la mejor voluntad, se consiguió doblegar a los asiáticos. Quizá este movimiento resulte extraño para muchos, pero todos los Toyota que se comercializan en el Viejo Continente vienen configurados al gusto y estilo japonés. Así que con el O.K. de los jefes, se orquestó el facelift del actual Avensis desde el centro de diseño ED2 de Niza, Francia, bajo cinco puntos estratégicos: diseño exterior e interior, calidad, confort, reducción de la sonoridad y mejoras mecánicas. Vayamos por partes.

En general, parecen pocos y superficiales, pero los cambios que ha sufrido la tercera generación del Toyota Avensis van más allá de un ligero retoque estético, acentuado en la parrilla de trapecio invertido que, poco a poco, se implantará en el resto de la gama, bien a través de restyling (como en el Avensis), bien en nuevos modelos. En el apartado estético, junto con los nuevos faros -con luz diurna a través de led-, encontramos unos parachoques delantero y trasero más abultados que hacen que la longitud total del coche crezca 15 milímetros hasta los 4,71 metros; los pilotos también son distintos y en el habitáculo descubrimos una consola central y un cuadro de mandos diferentes, así como unos asientos más ergonómicos. Pero si por algo destaca el nuevo Avensis es por la nueva puesta a punto de su chasis.

EN MARCHA

Lo primero que notamos al conducir el Avensis es que la dirección ofrece una respuesta más rápida. Se ha variado la desmultiplicación de la asistencia eléctrica y muestra un tacto ideal, apenas se nota esa 'electrificación' y es firme en todo su grado de actuación. Las suspensiones, que mantienen el esquema McPherson delante y doble triángulo detrás, han incorporado amortiguadores nuevos y una barra estabilizadora trasera de mayor diámetro, algo que se aprecia más en carreteras secundarias con curvas y cuando el firme no está en buen estado, frente a las autopistas y autovías, donde apenas se aprecia variación alguna. Junto con este mejor rodar, en todas las versiones apreciamos un mejor aislamiento acústico debido a la incorporación de neumáticos de baja resistencia a la rodadura, un mayor aislante en la zona del motor y la transmisión, así como un añadido extra de material fonoabsorbente en el conducto de ventilación.

Se cambian las nomenclaturas de los motores: 140 y 150 para los gasolina y 120D, 150D y 180D para los Diesel

La oferta mecánica está compuesta por cinco propulsores, dos gasolina: 1.8 de 147 caballos y 2.0 de 152 caballos y tres Diesel, siendo el 2.0 D-4D de 124 caballos el verdadero protagonista. Consigue reducir el consumo medio de carburante desde los 5,4 litros de su antecesor a los 4,5 litros (los 2.2 de 150 y 177 caballos no sufren variación alguna). Durante nuestra breve toma de contacto, pudimos conducirlo y resultó tener más brío del que esperábamos, algo en lo que influye el retocado turbocompresor que insufla aire a bajas vueltas, logrando una buena patada a tan sólo 1.400 vueltas.

La caja de cambios manual de seis relaciones nos resultó ideal por recorridos y relaciones si bien es cierto que, haciendo cuentas con el coche cargado, los 124 caballos pueden quedarse cortos. Junto a éste, también nos pusimos a los mandos del gasolina 1.8 de 147 caballos con cambio automático de variador continuo MultiDrive S: es muy progresivo y, salvo en aceleración, destaca por un consumo ajustado y una sonoridad muy reducida.

Las llantas de 16 pulgadas se mantienen inalteradas, no así las de 17 y 18, ligeramente oscurecidas

Los acabados disponibles serán tres: Comfort (el básico, que cuenta de serie con faros antiniebla, control de crucero, volante de cuero y Bluetooth), Advance (el intermedio, que suma al anterior las llantas de 17 pulgadas, tapicería específica, consola central rematada cromada y sistema multimedia Toyota Touch) y el superior Executive (tapicería Alcántara, faros bixenón, led diurnos, arranque por botón y sistema de navegación Touch&Go Plus), todos ellos completables a través de packs opcionales.

El Avensis 2012 ya está a la venta con los siguientes precios (por la carrocería familiar Cross Sport hay que pagar 1.500 euros más, salvo en el acabado Executive, que son 2.500 euros):

  • 140 Advance 20.900 €
  • 140 Advance MultiDrive S 22.400 €
  • 150 Executive 26.500 €
  • 150 Executive MultiDrive S 28.000 €
  • 120D Comfort 20.900 €
  • 120D Advance 21.900 €
  • 120D Executive 25.200 €
  • 150D Advance 23.900 €
  • 150D Advance AutoDrive S 30.400 €
  • 180D Executive 29.200 €
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