“¿Qué mejor escenario para la presentación del último miembro de la familia que la ciudad que le presta el nombre?”, debieron de pensar los máximos responsables de SsangYong; dicho y hecho porque estamos aquí, en Italia, con el Tivoli... en Tivoli. Más allá de una gracieta que creíamos iba a ser una distracción para encubrir un coche discreto, lo cierto es que la firma coreana nos ha sorprendido muy gratamente con este SUV, que mide 4,20 metros de largo, 1,79 metros de ancho y 1,59 metros de alto. Y nos alegra.

Se nota que no es un automóvil hecho en poco tiempo, sino que los cuatro años de desarrollo dejan muchos detalles que vemos y palpamos, y en otros que están ocultos, caso éstos de una plataforma totalmente nueva y no hecha de retazos de otros modelos y el uso de cajas de cambio del proveedor austríaco AVL, de tacto excelente por recorrido y relaciones entre las marchas, como apreciamos durante la toma de contacto.

Todas las versiones manuales, independientemente del motor y la tracción, se acogen al PIVE

Además de ser una propuesta diferente por diseño (su imagen te puede resultar conocida ya que tiene detalles de los prototipos XIV-2, XLV, XIV Air y XIV Adventure), el Tivoli sirve de coche principal para una familia de cuatro miembros. Delante hay espacio para dos adultos… y detrás también, como comprobamos. Una distancia entre ejes cifrada en 2,60 metros y una carrocería cuadrada dan esos centímetros necesarios para transmitir sensación de espacio, sin olvidar que el túnel de la transmisión, de apenas cuatro centímetros, no es nada invasivo y facilita que un quinto pasajero se acomode. Y, apunta: el maletero de 423 litros también es perfecto para el día a día ya que cumple para hacer la compra, transportar algún bártulo y llevar las maletas para un viaje.

Sin movernos del interior pasamos al puesto del conductor para ver un cuadro de mandos en el que es posible variar la iluminación del borde de las esferas (éstas, por cierto, inspiradas en las de un Alfa 147). No es la única personalización que nos encontramos ya que es posible configurar la asistencia de la dirección entre tres programas con pulsar una tecla algo alejada de nuestra mano derecha (Comfort, muy suave e ideal para aparcar; Normal y Sport, más dura y con la que mejor feeling tenemos). En esta misma consola, en la parte superior, se encuentra una pantalla táctil de siete pulgadas en la que se recogen las imágenes de la cámara de marcha atrás (muy buena por resolución y brillo) y el navegador Tomtom. Sólo encontramos un pero y es que para manejar el ordenador de a bordo hay que utilizar otra tecla en la consola (Trip) ya que no existe posibilidad de hacerlo a través del volante o desde las piñas. En la parte de abajo, para finalizar este repaso, tenemos los mandos para la calefacción de los asientos y dos tomas auxiliares, una para USB y otra para HDMI (sí, has leído bien). El climatizador asimismo nos sorprende con una función memoria, útil en caso de que haya más de una persona que lo conduzca a menudo y así no tenga que estar regulando la temperatura cada vez que se pone al volante.

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La suspensión trasera en el 4x2 usa barra de torsión; en el 4x4, una multibrazo más confortable

Mecánicamente hablando, el Tivoli está a la venta con un motor gasolina e-XGi de 128 caballos (únicamente con tracción delantera y cambio manual) y un bloque turbodiésel e-XDi de 115 caballos (configurable entre cajas manual y automática y transmisiones 4x2 ó 4x4). De este último aún no podemos ofrecerte impresiones porque no había unidades disponibles para conducir (llegan dentro de dos meses al mercado), aunque estamos en disposición de darte datos específicos, como que es un cuatro cilindros que desarrolla 300 newton/metro de par entre 1.500 y 2.500 vueltas. El consumo también es destacable ya que homologa 4,3 litros y 4,5 litros a los 100 con las opciones manuales tanto en 4x2 como en 4x4 respectivamente, mientras que a los automáticos hay que sumarles más de un litro.

El que sí conocemos es el 1.6 gasolina de 128 caballos. Como buen atmosférico, hay que llevarlo en una franja de revoluciones alta para lograr la cifra de par máximo (160 Newton/metro a 4.600) y esto perjudica el consumo, de 6,6 teórico y de entre siete y ocho litros en la práctica, un valor tampoco descabellado para el tamaño, la potencia y el peso del vehículo. La rumorosidad no es su fuerte y se siente con demasiada notoriedad.

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En lo que respecta a dinámica, el Tivoli borra de un plumazo el recuerdo que teníamos de otros SsangYong, muy blanditos al respecto. En esta ocasión se ha optado por endurecer la amortiguación, algo de agradecer debido al enfoque eminentemente on road que tiene. No obstante, cuenta con una altura al suelo de 170 milímetros y ángulos de ataque, ventral y de salida de 20,5º, 17,0º y 28º, por lo que tampoco se descuidan las aptitudes camperas.

Los asientos han recibido el premio de la Korean Human Evaluation por la forma de cuidar la espalda

Ya se aceptan pedidos del Tivoli y los precios arrancan en 14.900 para el gasolina y en 18.000 euros para el turbodiesel. El e-XGi tiene tres acabados (Line, Premium y Limited), al igual que el e-XDi (Premium, Limited y Limited Red Edition). Desde el nivel más básico incluye climatizador, seis airbags, ESP, kit reparapinchazos (en opción está la rueda de repuesto temporal en medida 125/80 R16), espejos retrovisores eléctricos, alarma o cinco años de garantía, entre otros. Las terminaciones Limited son las mejor equipadas ya que llevan llanta de 18 pulgadas y emplean pintura bitono en el exterior.

ssangyong tivoli 2020