Después de casi 15 años de servicio, el Agila se ha despedido de la gama Opel para dejar su lugar a este Karl, más compacto, versátil y económico. Así lo describe al menos la casa alemana, que le ha dado un nombre propio a este 'minivolumen' como sucediera con el pequeño Adam.

Aunque puede no parecerlo, el Opel Karl es todavía más corto que éste. Mide sólo 3,68 metros de largo y sin embargo cuenta con una carrocería de cinco puertas y un habitáculo de cinco plazas. En el apartado mecánico, promete mayor eficiencia gracias al motor tricilíndrico 1.0 Ecotec de 75 caballos y nuevo desarrollo. De momento este será el único bloque disponible y va asociado a una transmisión manual de cinco marchas.

Sobre el papel también destaca su equipamiento, que incluye el equipo multimedia IntelliLink, la última tecnología de la marca en materia de conectividad para smartphones y dispositivos móviles. Pero sin duda, el aspecto más destacado es la seguridad ya que aparte de equipar de serie el ESP, añade ABS con distribución electrónica y hasta el asistente de arranque en pendiente Hill Start Assist. Además, entre las opciones encontramos sistemas como el avisador de cambio de carril involuntario, el modo City de dirección que suaviza su tacto a baja velocidad, sensores de aparcamiento, control de velocidad crucero o luces antiniebla con función de alumbrado en curva.

AL VOLANTE

Teniendo en cuenta lo ajustado de sus medidas exteriores, lo primero que llama la atención cuando accedemos al puesto de conducción del Karl es que las plazas delanteras son realmente amplias, pudiendo conducir cómodo incluso si llegas a los dos metros de estatura. En las traseras, sin llegar a ese extremo, los pasajeros de estatura media también irán cómodos. Incluso la accesibilidad es elogiable, gracias al tamaño de puertas y vanos, hecho que también favorece la colocación de los niños en las sillitas infantiles, para las que incorpora dos anclajes isofix, y un tercero en el asiento del acompañante.

Por lo demás, también destacan sus materiales de mejor factura comparado con su antecesor. El volante y los mandos de intermitencia y limpiaparabrisas, son los mismos del Corsa y tienen buen tacto y sólo en el salpicadero encontramos plásticos más duros.

La suspensión y la dirección –con modo city– son suaves y encajan perfectamente con la mecánica.

En marcha, destaca por el bajo consumo y la suavidad del motor 1.0 que durante nuestro recorrido de pruebas se conformó con una media de 5,9 l/100 km y eso que parte del recorrido era por ciudad. A poco que seas cuidadoso con el acelerador, se pueden lograr los 4,5 litros de homologación. Por otra parte, el bloque es suave y progresivo, desarrolla suficiente potencia para uso urbano, aunque en autovía o adelantamientos se eche en falta algo más. El sonido, que a bajas vueltas delata a este tricilíndrico, nos sorprende gratamente en altas.

El Karl, cuyo nombre rinde homenaje a uno de los hijos del fundador de la compañía, ya está a la venta en nuestro mercado con un precio de acceso de 8.950 euros con los descuentos que ofrece la propia Opel. Sin los mismos el importe a pagar sería 10.910 euros, no está nada mal.

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