Ya hemos tenido la oportunidad de conducir la gama inicial del nuevo modelo de acceso a la marca Mercedes. Llegará con una oferta de motores de cuatro cilindros, tanto gasolina como Diesel, muy amplia, que abarca potencias desde los 122 hasta los 211 caballos en el caso del 250 Sport, que llegará un poco más tarde, en el mes de octubre.
En parado, el coche impresiona por sus llamativas líneas, un tanto musculosas y deportivas, algo que se aparta de la habitual discreción de la marca en cuanto a estilo. Sus interiores presentan unos acabados de gran calidad y con un diseño igualmente deportivo, con el salpicadero forrado de un revestimiento con el mismo tacto que la fibra de carbono y unas toberas de aireación similares al del superdeportivo SLS. Asientos envolventes finamente tapizados en cuero sintético y gran cantidad de posibilidades en cuanto a equipamiento opcional propician un ambiente lujoso, a tono con modelos de la marca de segmentos superiores.
Pero la mayor sorpresa viene cuando arrancamos y comenzamos a rodar unos cuantos kilómetros. El chasis impresiona desde el principio por su agilidad y dinamismo. Aprovechando la excelente plataforma compartida con el Clase B, el Clase A ha bajado su centro de gravedad y se ha dotado de unas suspensiones realizadas enaluminio que mantienen al coche sobre raíles por mucho que nos propongamos lo contrario. Cómodo, seguro y muy obediente a la dirección de asistencia eléctrica, el Clase A deleita a quien le guste la conducción deportiva, pero también la facilita al máximo para quien quiera desplazarse despreocupadamente.
En cuanto a los motores, son todos de cuatro cilindros y destacan por una gran suavidad de funcionamiento y gran discreción acústica. Pueden ir asociados a la caja de doble embrague 7G-DCT, que facilita aún más la conducción y permite el manejo secuencial de las relaciones mediante dos paletas tras el volante. Incluso con la versión más potente 250 Sport –37.891 euros–, el comportamiento del chasis permanece inmutable, demostrando una estabilidad excepcional en cualquier circunstancia.
El nuevo Clase A poco tiene que ver con su antecesor y resulta un compacto muy homogéneo en cuanto a comodidad de marcha, comportamiento, eficiencia de sus motores y posibilidad de equiparse con avanzadísimos sistemas como el sistema anticolisión, el aparcamiento automático o un sistema multimedia con pantalla del tipo tablet que funciona compartiendo las aplicaciones de nuestro smartphone.
Ni que decir tiene que todos los motores ofrecidos en la gama son del tipo BlueEfficiency, con sistema de parada automática Stop & Start y todos con bajos niveles de consumo y emisiones.
La estrategia de Mercedes consiste en producir una gama de coches más juvenil y deportiva para conquistar un público más amplio y en ésta, el compacto de las imágenes juega un papel primordial. Con un estilo atrevido, basado en el Concept Clase A, el modelo de calle ofrece dos variantes, una de tres y otra de cinco puertas, así como un interior repleto de detalles deportivos, muchos importados del actual Mercedes Clase C.
