Desde hace unos cuantos años, el ingenio de Mercedes no deja de sorprendernos. De fabricar unos coches clásicos y que perduraban mucho tiempo prácticamente invariados, la marca alemana ha pasado a lanzar constantemente no sólo modelos nuevos sino también inventarse segmentos.

Es lo que hizo con el gran CLS, un coche que ha marcado un antes y un después entre las berlinas de representación. Ahora ha aplicado esta misma fórmula al compacto Clase A, creando un nuevo concepto de berlina media, de silueta cupé y cuatro puertas. El atractivo es innegable y de paso el CLA recibe lo último de la marca en mecánica y tecnología. La combinación no puede ser más prometedora.

Para ir conociendo el coche, empezamos con el 200 de 156 caballos. Lo elegimos con suspensión Comfort y cambio automático de siete marchas.

El tacto de dirección (de asistencia eléctrica) y las sensaciones de contacto con el asfalto son peculiares. Sobre todo para un coche de tracción delantera. Incisivo y dinámico, el CLA entra con fluidez en las curvas y las traza de forma muy limpia, permitiendo acelerar pronto y de forma segura.

El chasis resulta muy neutro en cualquier cambio de apoyo y en frenadas fuertes, sin que el tarado de suspensión Comfort, de excelente filtrado, autorice balanceos excesivos de la carrocería ni pérdidas de estabilidad. Además, la posibilidad del 4Matic nos ofrece la infalibilidad de una tracción total.

Lo cierto es que, probando otras versión 250 con chasis Sport, a la larga podemos renunciar a una cierta ganancia dinámica, pero a costa de un equilibrio casi perfecto para un uso general en el reglaje Comfort.

En cuanto a motores, nos ocurrió un poco lo mismo.Todos los de la gama 180, 200, 250, 200 CDI y 220 CDI tienen un funcionamiento muy suave, progresivo y de fácil dosificación. Incluso en el caso del 250 con Pack Sport AMG, el CLA no es un coche que nos sorprenda con ningún susto imprevisto. La potencia del 200 o del 220 CDI nos parece ya más que suficiente para disfrutar mucho con el CLA y viajar con una excelente comodidad de marcha y eficacia a la hora de mantener cruceros sobre cualquier carretera.

Gracias al cambio 7G-DCT de doble embrague, conducir se hace muy fácil, se puede aprovechar hasta el último caballo y los consumos se mantienen en unos registros excelentes. Solamente le podríamos criticar una pequeña falta de reactividad en las respuestas, sobre todo al actuar con el "kick down" en las aceleraciones más exigentes. Pero, en general, la elección del cambio automático está más que justificada a la hora de utilizar el CLA de forma intensa.

Muy parecido en casi todo al Clase A del que deriva, el CLA paga sin embargo un pequeño tributo a sus sensuales formas. Las plazas traseras pierden algún centímetro (3) para las piernas y de altura al techo (5) respecto al compacto. Pero lo compensa detrás, ya que nos ofrece un gigantesco maletero de 470 litros, casi como si de un Clase C se tratase. Y, de propina, el CLA nos brinda con su original carrocería el mejor coeficiente aerodinámico de su clase, algo que repercute directamente en unos consumos especialmente sobrios.

Los precios de la gama inicial del CLA van desde los 31.500 euros de la versión inferior CLA 180 hasta los 42.700 euros del CLA 250.

mercedes cla