Con este volumen de ventas, el mayor registrado nunca por Toyota en seis meses, el fabricante nipón a pasado la primera mitad del año como líder mundial en ventas, después de que en 2011 quedara por detrás de la estadounidense General Motors (GM) y la alemana Volkswagen. El año pasado, ambas compañías superaron al grupo nipón después de que éste se viera duramente golpeado por el terremoto del 11 marzo en Japón y las inundaciones en Tailandia, que cortaron la cadena de suministro.

Las ventas de Toyota subieron un 33,7 % entre enero y junio respecto al mismo periodo de 2011 y están por encima de los 4,67 y 4,45 millones de coches que han vendido, respectivamente, GM y Volkswagen en el primer semestre de este año. La estadounidense GM ha vendido un 3 % más que durante los seis primeros meses de 2011, mientras que Volkswagen ha comercializado un 9 % interanual más. El récord anterior de Toyota en este mismo periodo data de 2008, cuando vendió 4,81 millones de vehículos.

Aparentemente, Toyota ha logrado compensar los efectos de la crisis en Europa con unas sólidas ventas en Norteamérica, Asia y Japón, donde ha comercializado más de 1,15 millones de coches y se ha beneficiado del programa estatal de ayudas para la compra de vehículos menos contaminantes.

Toyota, que ocupó por primera vez el puesto de vendedor número uno tras superar a GM en el primer semestre de 2007, presentó en febrero un plan para aumentar este año las ventas de todo el grupo, que también incluye a Daihatsu Motor y Hino Motors, un 21 % interanual hasta los 9.58 millones de unidades.

Toyota Auris 2013: Ofensiva nipona

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Jose Carlos Luque

Experto y apasionado del motor y la comunicación en todas sus formas, recalé en Car and Driver a finales de 2007 y desde 2016 dirijo este site. Periodista de vocación y formación, conservo buenos contactos en el sector y trato de que la información que leas aquí sea la más inmediata, completa y veraz. Pero también realizo pruebas, comparativas, noticias, entrevistas... y en mis ratos 'libres' crío a tres niños pequeños que –con diferencia– es el trabajo más duro de todos los que he hecho jamás.