El ePrix de Sanya ha sido el escenario de la sexta prueba de la temporada de Fórmula E y ha dejado a un nuevo ganador en la lista. Seis carreras y seis ganadores diferentes. En esta ocasión, ha sido el vigente campeón de la competición eléctrica, Jean-Éric Vergne, el que ha logrado subirse a lo más alto del podio. Aunque su victoria estuvo en duda hasta el final por una investigación.

El francés logró arrebatarle el primer puesto a Oliver Rowland, que salía desde la pole y que logró controlar el ritmo hasta buena parte de la carrera pero, a falta de 20 minutos del final, fue superado por Vergne tras un bonito adelantamiento. Rowland tuvo que conformarse con el segundo escalón del podio mientras que Antonio Felix Da Costa fue tercero y se posiciona como nuevo líder provisional del campeonato.

Tras una salida sin grandes incidentes, los tres primeros pilotos de la parrilla: Rowland, Vergne y Da Costa, consiguieron mantener sus respectivas posiciones. Aunque ya en la primera vuelta salió la bandera amarilla debido a un problema en el monoplaza de Felipe Nars. Al reanudarse la carrera, Sam Bird, que llegó a Sanya como líder, protagonizó el primer golpe del día tras pasarse de frenada y tuvo que abandonar.

Durante buena parte de la carrera el grupo de cabeza estuvo bien consolidado: Rowland, Vergne, Da Costa, Abt y Sims. Pero a falta de 30 minutos para el final, Vergne comenzó sus intentos de adelantar al líder de la carrera, pero éste no se lo puso nada fácil. El francés lo siguió intentando hasta que logró adelantarle tras una frenada en la última curva del circuito a mitad de carrera. Da Costa tampoco quiso perder la ocasión he intentó adelantar a Rowland pero sin éxito.

A falta de 12 minutos, Alexander Sims tuvo un accidente que provocó que saliese la bandera roja. Poco después, Nelsinho Piquet se fue contra las protecciones y también tuvo que abandonar la carrera.

El final de carrera estuvo protagonizado por los muchos intentos de Rowland por adelantar a Vergne que acabaron sin éxito y por una investigación al piloto francés por una posible irregularidad en el procedimiento del coche de seguridad que dejó en duda su victoria hasta el final de la carrera.

Pero Vergne, finalmente, no fue penalizado y consiguió llevarse la victoria en el ePrix de Sanya, seguido de Rowland y Da Costa. En la cuarta posición, André Lotterer, seguido de Daniel Abt que fue quinto y Sébastien Buemi sexto tras realizar una espectacular remontada desde la última posición de la parrilla.