Red Bull no se plantea entrar en la Fórmula E en un futuro inmediato, según a reconocido Helmut Marko, asesor de la escudería de las bebidas energéticas. Desde 2014, han sido muchos los equipos que se han introducido en el campeonato électrico como DAMS, Andretti o HWA, al igual que varios fabricantes importantes.

El austriaco considera que los monoplazas de la FE son muy lentos y los ha comparado con los coches de la Fórmula 3, además de tildar a la competición eléctrica como una gran herramienta de marketing: "Los coches de Fórmula E son como un coche de Fórmula 3 con una batería de 400 kilogramos. No se trata de ser el piloto más rápido, ya que todo implica una gestión de la energía mucho mayor que en la Fórmula 1 o en cualquier otra categoría de carreras".

"Son demasiado lentos. Sólo se ven atractivos en estos circuitos urbanos estrechos y retorcidos. La gran ventaja es que la Fórmula E es que es una gran herramienta de marketing, en medio de las ciudades. Pregúntale a tu novia si quiere ir a Spa o a Nueva York. Ese es el concepto básico de la Fórmula E, llegar a la gente", dijo el de Red Bull al portal web estadounidense Motorsport.com.

Para el austríaco, reconoce que para él, la Fórmula E, es una estrategia para disimular escándalos, en este caso, el de los motores diésel: "Somos puristas de las carreras y no se ajusta a nuestros planes. La Fórmula E es solo una excusa de marketing de la industria de la automoción para distraernos del escándalo del diésel. La conclusión es que el diésel es, de lejos, el motor más eficiente. Al principio, los costes eran de ocho millones. Ahora son más de 20. Si vienen las potencias realmente grandes como Porsche y Mercedes, volverá a subir".

"Pero casi no hay imagen pública generada a través de la televisión. Sólo uno puede ganar y cuando los presupuestos se acerquen a 40 o 50 millones, un fabricante logrará ser quinto o sexto como mucho. Creo que la euforia desaparecerá rápidamente", dijo el austriaco para terminar.