La carrera de Jerez era una de esas carreras importante para Marc Márquez. No solo por tratarse de uno de los 4 Grandes Premios ‘de casa’, sino porque tras lo ocurrido en Austin, donde se cayó cuando dominaba a placer, hoy era necesario un buen resultado para coger buenas sensaciones y no perder más puntos. Misión conseguida, aunque el de Honda ha sufrido más de lo que uno podría esperarse.

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Marc lo tenía claro, riesgos los justos y necesarios. Todo lo que no fuese amarrar el mayor número de puntos posibles sería un error, por lo que a la postre, la batalla entre las 3 Yamahas que le perseguían fueron el mayor de sus aliados. Así como también lo fue su gran ritmo con el que se sintió cómodo ya que a medida que iba avanzando la carrera cada vez tuvo que arriesgar menos.

“Pues la verdad es que tenía ganas, no me gusta ganar carreras así pero tenía ganas de hacerlo con claridad, era importante que los rivales vean que cometí un fallo en Austin per puedo hacerlo, puedo ganar liderando toda la carrera, y aunque ahora estamos muy juntos, volvemos a liderar el Mundial”, explica Marc Márquez nada más bajarse de su Honda en el circuito de Jerez.

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“Sabia que iba a correr los riesgos necesarios, no más, podía rodar con 1:37 pero vi que con 1:38 era suficiente para ganar la carrera”, insiste el de Honda, “la moto va muy bien, la moto perfecta no existe, ni el piloto perfecto tampoco, pero ahora va bien y hemos superado los problemas que habíamos tenido en las primeras carreras. Lo más importante es ser constantes. El equipo ha hecho un grandísimo trabajo, en casa no es fácil trabajar con todos los compromisos que hay, y han hecho un gran trabajo y quiero reconocerlo.”

“Salí a carrera centrado cien por cien, al principio iba con miedo, alargaba las frenadas por miedo a fallar, tenía que entender bien la pista, luego he vuelto al pilotaje normal y ya he visto que décima a décima podía escaparme, me han recalcado que no buscara medio segundo en una vuelta, que fuera paso a paso”, concluye el campeón del mundo.