El circense Gran Premio de Argentina de MotoGP volvió a prender la mecha de la rivalidad entre Marc Márquez y Valentino Rossi. Durante una carrera que fue una sucesión de insólitos acontecimientos, el punto más candente se dio a cuatro vueltas del final de la carrera. Marc Márquez venía totalmente desbocado después de tener que cumplir con un Ride Through por cometer una infracción durante el procedimiento de salida y había remontado hasta la séptima posición a pesar de tener toques con otros competidores.
El siguiente piloto en la lista de la remontada Márquez era Rossi. El circuito de Termas de Río Hondo fue el escenario donde comenzó la rivalidad entre los dos titanes de MotoGP en 2015, cuando el italiano se hizo con la victoria tras la caída del español después de un toque entre ambos. La relación entre ambos cambió en ese momento y las risas entre dos pilotos que decían idolatrarse dieron paso a malas caras, ambiente que alcanzó su máxima tensión en Malasia.
Antes de que las motos comenzaran a rodar en Sepang, Rossi acusó a Márquez de ayudar a Jorge Lorenzo cuando los dos pilotos estaban jugándose el mundial. Al de Cervera no le sentaron nada bien estas palabras y estuvo dispuesto a batallar duramente con Rossi en una carrera donde ‘Il Dottore’ no toleró más a Márquez. Fue el momento en el que el italiano dio la famosa patada al piloto de Honda con la que le echó de la pista, una maniobra por la que fue sancionado a salir último en Valencia y le costó el décimo título ante Lorenzo.
La tensión se mantuvo en ebullición durante varios meses, hasta que llegó una paz simbólica en el Gran Premio de Catalunya de 2016, con el paddock totalmente desolado por el trágico accidente de Luis Salom. Después de la carrera, Márquez y Rossi se saludaron en un gesto que parecía poner fin a la guerra entre ambos y abrió un periodo pacífico que duró hasta la carrera de Argentina.
Márquez intentó meterse por un hueco inexistente para superar a Rossi, momento en el que ambos chocaron. El piloto de Honda arrastró al de Yamaha hasta el límite de la pista y Rossi no pudo evitar pisar el césped mojado, por lo que cayó al suelo de forma inmediata mientras Márquez pudo continuar en la carrera. Esta acción no pasó desapercibida para los comisarios, quienes castigaron al español con 30 segundos de sanción, ni para los aficionados, quienes recordaron lo sucedido en Termas hace tres años.
El hacha de guerra se había desenterrado y quedó claro en el momento en el que Márquez fue al box de Yamaha para disculparse con Rossi por el incidente una vez terminada la prueba. Allí le denegaron el paso, pero no fue Lin Jarvis quien tomó las riendas de la situación, sino que lo hizo Uccio Salucci, amigo íntimo del nueve veces campeón del mundo que le acompaña en todas las carreras.
El enfrentamiento entre ambas partes no terminó ahí, sino que se agravó durante las ruedas de prensa de cada piloto. Rossi no tuvo ningún reparo en dejar clara su postura sobre lo sucedido en la pista. “Márquez nunca tiene ningún respeto por ninguno de sus rivales. Sabe que si te da en la pierna te da de lleno y él no se cae. Ha salido de ahí como un loco, ha ido a por Espargaró, luego Rabat, luego ha ido a por mí y ha hecho más o menos lo mismo con Viñales. Tengo miedo de estar en pista con Márquez, no me siento protegido. No tiene respeto por sus rivales. Espero que Márquez esté lejos de mí y que no me mire a la cara. Que no venga a pedirme perdón”, declaró el italiano.
Por su parte, Márquez no se mostró preocupado por el detonante de una nueva rivalidad con Rossi. “Intentaba remontar y, cuando he tratado de adelantar a Valentino se me ha cerrado, había un parche de agua. Nos hemos tocado, él se ha ido al césped y se ha caído. Me preocupa cero. Al final, el nivel en pista me he encontrado cómodo y bien. Soy honesto, he cometido un error totalmente involuntario. En ningún caso con el toque he tirado a nadie ni he ido a buscar a nadie, estaba intentando ir hacia delante. De sus declaraciones no voy a decir nada, él también ha tenido 25 años”, comentó el español.
La temporada de MotoGP apenas ha pasado la segunda carrera y la relación entre Rossi y Márquez parece irreconciliable. Todavía quedan 17 carreras por delante en el calendario y muchas oportunidades para que los dos se encuentren de nuevo en la pista, momentos donde saltarán chispas entre los dos pilotos que más pasiones levantan del campeonato. Esta nueva guerra solo acaba de empezar.
