Marc Márquez nunca para. El piloto catalán no tiene miedo a subirse a cualquier tipo de moto más allá de su MotoGP, campeonato donde lucha por hacerse con un nuevo campeonato del mundo esta temporada. Márquez es un gran aficionado de disciplinas como el motocross y el dirt track, que forman parte de su preparación para conseguir revalidar su título en 2019 ante duros rivales como Andrea Dovizioso.

Dentro de su entrenamiento, a veces a Márquez le gusta salirse de la rutina y probar algunas locuras. Este es el último experimento del vigente campeón del mundo de MotoGP: se ha subido a un curioso híbrido entre motocross y moto de nieve para dar algunos saltos sobre unas condiciones a las que no suele enfrentarse a lo largo de la temporada, pues las MotoGP difícilmente podrían correr sobre la nieve.

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Este invierno fue especialmente duro para Márquez, pues una operación para corregir unas luxaciones de hombro recurrentes le impidió entrenar tanto como le hubiera gustado de cara al inicio de la temporada. Tantas semanas sin poder coger una MX o una moto similar han dejaron a Márquez con mucha hambre de apuntarse a alguna locura, que ha culminado en esta experiencia.

Un sistema de oruga permite adaptar una montura de motocross a la nieve para poder pilotar en este tipo de condiciones extremas. Su mayor agilidad facilita realizar saltos y otras maniobras en comparación a una moto de nieve tradicional, que es más pesada. Parece que Márquez se lo pasó en grande al manillar de esta moto antes de poner rumbo a la próxima carrera del calendario de MotoGP.