Extraño fue que Fernando Alonso acabase su andadura en el óvalo de Indianápolis en 2017 sin un solo accidente. Hasta los pilotos más veteranos suelen besar el muro en algún momento durante las dos semanas de entrenamientos libres de las que goza la histórica carrera. Pero el asturiano, que además fue muy rápido, lo tuvo todo bajo control.
2019 es diferente. El equipo no tiene el vehículo tan por la mano como Andretti, y los pequeños cambios reglamentarios realizados sobre todos los vehículos han convertido a los Indycar en monoplazas más nerviosos y algo impredecible.
Es habitual que cada temporada se realicen pequeños cambios, y raro que hay dos temporadas iguales. La temporada que los vehículos se van de atrás, temporada en los que se va de morro, temporada en la que no se puede seguir… Y en esta ocasión, los pilotos ya han reportado que los vehículos son algo más nerviosos, y que el sobreviraje no da pie a corrección alguna.
Así lo explicó Alonso. “No pude evitarlo. Tuve subviraje, y ni levantando pude evitarlo. Perdí toda la aerodinámica de la parte delantera y… Afortunadamente, ha ocurrido hoy y no más adelante. Lo siento mucho por todo el equipo.”
“El muro se acercó más y más rápido… Bueno, perderemos un poco de tiempo otra vez. Estoy decepcionado y triste por el equipo y por los muchachos. Trabajamos mucho en el coche y ahora está muy dañado.”, aseguraba el asturiano, que no dudó en pedir disculpas de forma reiterada al equipo.
Alonso aprovechó las redes sociales para disculparse también públicamente, repitiendo las palabras comentadas anteriormente. “Cometí un error al subestimar el agarre de la curva 3. Lo siento por el equipo y la gente que ahora tiene mucho trabajo. He aprendido la lección. Volveremos más fuertes.”
Experto en Fórmula 1 y Motorsport, especializado en el mundo de las carreras y la competición a motor, la cual lleva cubriendo más de una década en diferentes medios del sector. Obsesionado de las categorías de formación y desconfiado por naturaleza de todo lo que le cuentan.
