Ya han pasado casi dos años desde aquel accidente del Rallye Ronde di Andora que truncó la carrera automovilística de Robert Kubica, que sufrió múltiples fracturas cuando un guardarraíl atravesó su Skoda Fabia.

El polaco, que se encuentra en plena rehabilitación, ha reconocido recientemente que sufre al tomar consciencia de que la Fórmula 1 sigue adelante y que él no está en uno de sus monoplazas.

"Me resulta duro ver las carreras de Fórmula 1. Echo de menos las carreras, ese es el principal problema. Cuando estoy en casa después de una carrera, pienso que mi vida es aburrida y monótona. Cuando estoy conduciendo mis limitaciones no me afectan mucho gracias a la concentración; estoy agradecido por lo que tengo".

Kubica admite que su condición física ha mejorado, aunque todavía necesita tiempo si se marca el objetivo de regresar a la élite de la competición. "Voy mucho mejor que hace seis meses cuando conduzco coches de carreras. Estoy muy cerca de lo que hacía antes del accidente, eso es muy bueno", dijo en declaraciones al Daily Express.

"Existe la posibilidad de que regrese si puedo volver a mover mi brazo derecho (sin dificultades). Pero hasta entonces, ya veremos. No hay ninguna posibilidad de que regrese pronto a la Fórmula 1", añadió.

Pero ese no es el único obstáculo que debe superar Robert Kubica, pues todavía tiene dificultades para mover la mano derecha. "La movilidad de mi mano y mis dedos es reducida, pero esto es algo que estoy seguro que se recuperará lentamente ya que los nervios necesitan mucho tiempo. El progreso ha sido lento durante este año, pero así es la vida".

"No ganaría si estuviera frustrado, no queda otra opción que seguir trabajando. La fuerza, la energía del brazo, no es como solía ser, pero si este fuera el único problema lo podría solucionar en un par de meses. Desgraciadamente, hay problemas más importantes en los que debo concentrarme".