La IndyCar es una de las categorías del mundo del automovilismo que acostumbra a poner más énfasis en la seguridad de los pilotos. La tragedia de Justin Wilson en el año 2015 empujó a la competición a tomar nuevas medidas para proteger la cabeza de los pilotos, tendencia que siguieron otros campeonatos como la Fórmula 1. Mientras que esta última optó por el ‘halo’ tras descartar protecciones en forma de cúpula, la IndyCar desarrolló su propia versión del ‘aeroscreen’.

Scott Dixon, uno de los pilotos de más prestigio de la categoría, fue el encargado de estrenar el denominado ‘windscreen’ o 'deflector' durante la primera jornada del test celebrado en el óvalo de Phoenix. El neozelandés salió a pista con la protección instalada en el vehículo por primera vez aprovechando las últimas horas de sol y volvió a rodar con la cúpula durante la noche, poniendo así a prueba la visión con el ‘windscreen’ en diferentes condiciones.

No hubo ningún problema de deslumbramiento. La visión fue mejor de noche. Cuando rodé con luz natural, fue durante el peor momento de la transición entre la extrema luminosidad del sol a la oscuridad al ponerse tras las gradas. Pero la última tanda fue donde era más fácil ver y la luz era la misma todo el tiempo. No sé si pensábamos que habría problemas de luz por la noche, pero no me di cuenta. Tampoco tuve problemas de visión periférica. Habría que probarlo en un circuito rutero, pero ha funcionado de la forma que lo han ajustado”, explicó Dixon tras el test a Autoweek.

Este vídeo permite hacerse una idea de cómo es la visión del piloto en el monoplaza con el ‘windscreen’ en pista. Aparentemente no hay problemas de reflejos y no supone un significativo obstáculo visual mientras se rueda en pista, molestando quizás incluso menos que el ‘halo’ al no contar con un pilar central instalado en el chasis.

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