Por desgracia, es algo demasiado habitual, y más en días como el de ayer, que con la amenaza de lluvia y un cielo completamente encapotado, las aves vuelen bajo y a veces tienen la mala fortuna de encontrarse con un bólido a toda velocidad.
Esto fue lo que le ocurrió a Fernando, desafortunadamente, en dos ocasiones, la segunda de ellas en una extraña combinación que no dejó indiferente a nadie, golpeando a dos pájaros al mismo tiempo, uno con la rueda izquierda y otro con la rueda derecha. Pese al susto, y tras una rápida limpieza en boxes, Alonso pudo seguir con su actividad en el óvalo de Indianápolis.
Experto en Fórmula 1 y Motorsport, especializado en el mundo de las carreras y la competición a motor, la cual lleva cubriendo más de una década en diferentes medios del sector. Obsesionado de las categorías de formación y desconfiado por naturaleza de todo lo que le cuentan.