Toto Wolff está seguro de que este fin de semana en el Gran Premio de Mónaco los pilotos de Mercedes no volverán a repetir la situación de la carrera en España. Desde el momento en el que Lewis Hamilton y Nico Rosberg chocaron entre sí y acabaron la prueba de Barcelona en la grava, el jefe del equipo alemán ha querido restar importancia al incidente. Pero ahora, un día antes de que regrese la acción en Mónaco con los entrenamientos libres, el austríaco ha insistido en que lo que sucedió no ocurrirá de nuevo.

"Los pilotos saben cómo actuamos. El equipo es el responsable de darles los mejores coches posibles y ellos son los responsables de conseguir lo mejor de ellos y traer el coche a casa. Siento dolor cuando pienso en lo sucedido en Barcelona. Como equipo hemos perdido 43 puntos y espero que nuestros pilotos hayan aprendido de eso. Es evidente que algo como esto nos podía suceder después de dos años", ha explicado Wolff para el diario austríaco Salzburger Nachrichten, en referencia al accidente que tuvieron en Spa en 2014.

En un principio, aunque el presidente no ejecutivo del equipo, Niki Lauda, señaló con el dedo a Hamilton, Wolff ha afirmado que, de hecho, ni el británico ni Rosberg fueron los culpables de lo que pasó en España. "Los dos fueron culpables. Lewis porque fue agresivo y Nico porque debería haber sabido que en sus ajustes del motor le faltaba una potencia de 160 caballos", ha añadido el austríaco.

Esta semana, Mercedes ha desmentido el rumor de que a Hamilton le vaya a sustituir Pascal Wehrlein en Mónaco. Wolff ha aclarado que todo está bajo control. "Él es el primero en saber qué es bueno para sí mismo y lo que no lo es. Y si su rendimiento se resiente por ese estilo de vida, lo cambiaría. Así que no necesita nuestro permiso para hacer cualquier cosa", ha añadido el jefe de Mercedes para finalizar.