Un cuarto puesto como mejor resultado no es desde luego el objetivo que se marca una estructura como McLaren al comenzar una temporada de F1. Tras tener en varios momentos del ejercicio de 2012 el mejor monoplaza, los de Woking han estado en todo este curso lejos las posiciones de honor, hasta tal punto de que no han logrado subirse al podio en ninguna carrera.

Martin Whitmarsh, jefe de la escudería británica, ha reconocido recientemente en Sky que este ha sido un año duro. No obstante, el inglés ha señalado que quizá esto era lo que necesitaban en la escuadra para mejorar varias áreas de trabajo, tanto en la fábrica como en los circuitos.

"Ha sido un año bastante duro. Hemos recibido una patada en el trasero y con suerte eso es lo que necesitábamos. Cuando se tiene un mal año, debes mirarlo todo. Tenemos que hacer un mejor trabajo en el circuito y también en Woking con el desarrollo del coche"

Para la próxima temporada, Whitmarsh ha asegurado que sólo saldrán ahí fuera con la intención de ganar. En el aspecto del propulsor, contarán por último año con la unidad de Mercedes, lo que según el máximo responsable de McLaren desde 2009, les ayudará a aspirar a todo.

"Creo que Mercedes hará un buen trabajo con el sistema de propulsión, por lo que no creo que tengamos excusas. Tenemos que salir allí y ganar el próximo año. Eso es en lo que todos estamos centrados".

Por otro lado, el director deportivo de McLaren, Sam Michael, ha afirmado que los equipos se enfrentan a un gran cambio que hará de la próxima temporada un año variable e imprevisible. El ex director técnico de Williams ha apuntado a la fiabilidad como uno de los factores decisorios de los grandes premios y que deberán tenerse muy en cuenta.

"Tenemos un gran cambio en el sistema de propulsión y en la aerodinámica. La fiabilidad también va a ser un factor muy importante. Incluso aunque empecemos de forma competitiva, vamos ver grandes cambios a lo largo de las primeras carreras".