Con motivo del regreso de Renault a la Fórmula 1 como equipo, Derek Warwick, ex piloto que compitió para esta escudería en 1984 y 1985 recuerda su etapa con el conjunto francés, en especial, el Gran Premio de Brasil de 1984, en el que estuvo a punto de ganar.

Ese año terminó séptimo en la clasificación general. Aunque comenzó más de un centenar de GPs, nunca ganó uno, sólo subió al podio en cuatro ocasiones y nunca tuvo tantas oportunidades de vencer como ese año en Brasil.

"Fuimos competitivos toda la temporada de 1984. Alain Prost abandonó el equipo el año anterior. El coche del 84 era genial. Brasil empezó bien, lideraba la carrera hasta que faltaron 11 vueltas para el final y entonces me detuve. Para ser sincero podíamos haber acabado la primera parte de la temporada liderando el Campeonato, pero hablar es muy fácil. Pensé que fichar por Renault me llevaría a ganar carreras y a luchar por el Campeonato. Llegó el 84, luego perdimos a toda la gente clave de arriba. El coche del 85 era 3,5 segundos más lento que el del 84 y la temporada fue cuesta abajo desde ahí. Lotus estaba volviendo a ser bueno de nuevo con Senna y Renault tuvo un cambio de política y quería dejar de llevar su propio equipo. Pensé que lo correcto era estar con un fabricante como Renault, no sabía que todos los mejores pilotos iban a saltar del barco y a dejarnos a mí y a Patrick Tambay con diseñadores sin experiencia", explica Warwick para Autosport.

Derek tuvo la opción de fichar por Williams, escudería con la que Nigel Mansell comenzó a sellar victorias con su nombre, sin embargo, no lo hizo. "Lo duro fue realmente ver a Nigel empezar a ganar con el coche que rechacé, pero tenía lo que tenía y tenía que tratar de aprovecharlo. ¿Podría haber terminado con el récord de Nigel? Es imposible de decir. Nigel fue un talento impresionante, uno de los mejores pilotos británicos que hubo en mi opinión. Creo que podría haber ganado carreras y creo que podría haber igualado a Nigel, pero si no tenía esa confianza en mi propia habilidad, ¿qué sentido tenía correr? Lo que sé es que generalmente era más rápido contra cada compañero de equipo y gané muchas carreras en coches deportivos. ¿Por qué? Estaba en los mejores equipos y ganar es fácil cuando estás en esa situación. Clasificar a mitad de parrilla y a veces al final, darlo todo para acabar séptimo construye un carácter y si dejas que se apodere de ti, puedes perder confianza. Creo que una de mis fortalezas fue que nunca observé lo que otros estaban haciendo o lo que podría haber hecho si hubiese firmado contrato con Williams, simplemente aproveché lo mejor que pude el coche y la situación que tuve", continúa.

Aunque en el 86 iba a pilotar con Lotus, según relata, Ayrton Senna, el que iba a ser su compañero en este equipo, imposibilitó el acuerdo. Esto, de acuerdo con Warwick, detuvo su carrera. "Firmé el contrato con Lotus a finales del 85 para el 86 para pilotar junto a Senna en los mismos términos. Senna decidió que yo era una amenaza y trabajó con los patrocinadores para romper mi contrato. Llegué a Lotus y me dijeron que no iban a firmar su parte del contrato y que Senna había presionado a los patrocinadores y que no podían permitirse ir en contra de eso. Así que me quedé sin asiento porque en ese momento todos los tratos estaban hechos. Para ser sincero, cuando miro hacia atrás me doy cuenta de que la decisión de Senna y Lotus detuvo mi carrera. Nunca me recuperé realmente en términos de volver a estar en un equipo puntero. Aunque estar en Arrows en 1989 fue brilliante y definitivamente luchamos por encima de nuestras posibilidades. Hubo definitivamente oportunidades de ganar, pero la parada en Brasil y el hecho de que se rompió el motor en Canadá acabaron con ellas", comparte.

Finalmente, Derek habla sobre esa época de la Fórmula 1, su favorita, una que recuerda con nostalgia por todas sus características. "Con respecto a mi carrera en la F1, no creo que hubieran abusado de mí. Creo que tuve mucha suerte de sobrevivir, el hecho de venir de mi trasfondo y estar en la F1 ya era un sueño. Miro atrás y me sorprendo de haber sido un piloto en los ochenta y principio de los 90, que fue la mejor época para estar en F1. Había efecto suelo, 1500 cv, neumáticos para clasificar en una vuelta, la primera transmisión semiautomática y piloté contra los mejores pilotos en mi opinión. Competíamos cuando a los pilotos se les veía como gladiadores, cuando respetabas a tu rival, los coches eran frágiles y si tenías un accidente, te hacías daño. No estoy diciendo que eso fuera la parte buena pero cambió lo que el espectador pensaba de los pilotos. Ganar el campeonato y Le Mans obviamente significó mucho para mí y también me demostró que podía ganar carreras y campeonatos. Pero no era la F1. La F1 fue y siempre será lo más competitivo y difícil que podrás hacer nunca. Pilotar un coche de un Gran Premio es lo máximo y por mucho que ganes en coches deportivos, no será igual que ganar en F1. Estoy muy orgulloso de mi tiempo en los coches deportivos y mucho de lo que logré en F1, pero no gané y eso siempre me ha dejado un pequeño agujero. Pero no me importa", finaliza.