Sebastian Vettel se ha mostrado aliviado por el hecho de que el futuro del Autódromo Nacional de Monza parezca ver la luz al final de túnel, ya que el trazado italiano está a punto de firmar un acuerdo por tres años más y todo apunta a que será en esta semana.

Nunca podría imaginar la F1 sin Monza. Sería una pesadilla. No puedo esperar a estar de vuelta en la pista con todo esos aficionados, la pasión, las caravanas, los niños y los adultos que vienen a pedirte un autógrafo o una foto. Es mágico”, ha asegurado el cuatro veces campeón del mundo.

El alemán puede estar entusiasmado con llegar a Monza, sin embargo, la temporada 2016 no es perfecta para el de Ferrari, sin embargo, niega que la mala suerte sea la culpable de esto. “No lo creo. A veces va bien y otras no. En F1, detrás de cada problema hay una explicación. En 2014 tuve problemas mecánicos desde el principio de la temporada tras cuatro campeonatos consecutivos. Cuando tuve la sensación de que no podría defenderlos, la sensación fue horrible”, ha recordado.

Tras aquel año de fracaso, Vettel se unió a las filas de Ferrari, equipo en el que su mentor, Michael Schumacher, no ganó un Mundial hasta su quinto año. “Si tengo la oportunidad de ganar solo la mitad de lo que él hizo en Ferrari, la espera valdría la pena. Pero la F1 no es un deporte de paciencia. Hemos trabajado duro para recuperar la diferencia pero no hay que esconderlo, no somos los suficientemente competitivos como para ganar una carrera todavía”, ha explicado.

Por ello, el alemán no aclara si la Scuderia será su último equipo, ya que reconoce que todavía queda mucho trabajo por hacer. “¿Por qué habláis de mí como si fuese viejo? No he pensado sobre eso porque está muy lejos”, ha señalado.

Por último, Vettel niega que su relación con Kimi Raikkonen haya empeorado tras dos choques en la primera vuelta en la actual campaña.

No del todo. Nos gusta respetarnos el uno al otro y eso es muy bueno para el equipo. Ambos queremos ganar y sabemos que nos somos capaces, por lo que intentamos ayudar con el coche lo máximo posible. Kimi y yo somos diferentes. Desde luego yo hablo más, pero con los ingenieros él transmite muchas sensaciones a los ingenieros”, ha concluido.