A pesar de ser piloto de Ferrari, Sebastian Vettel no olvida su paso por Red Bull, equipo que le llevó a la Fórmula 1 con su programa de jóvenes pilotos y que le hizo conseguir sus cuatro títulos mundiales. Por ello, el alemán ha admitido que está deseando que llegue el Gran Premio de Austria, celebrado en el Red Bull Ring, pues sigue siendo especial para él.

"Es cierto que ahora no soy piloto de Red Bull, pero me siento conectado con ellos de alguna manera", ha señalado el tetracampeón del mundo, que, además, ha calificado su relación con Dietrich Mateschitz, dueño de la escudería, de "muy buena", después de que se los viera juntos en Canadá. "No es cierto que hayamos tenido un conflicto, al contrario", ha insistido.

Además, Vettel también ha asegurado que sabe "todo el esfuerzo" que está puesto en la organización del Gran Premio de Austria. "Por esto es una carrera muy íntima para mí, quizás más que cualquier otra, sólo Monza puede serlo más, ahora que es mi nueva carrera en casa", ha asegurado el alemán.