Un hombre acostumbrado a la victoria tuvo que bajar a la tierra forzadamente. Una nueva era en la F1 que parece no haberle sentado bien. Una temporada de transición para él, tras cuatro años de hegemonía, con el Red Bull en sus manos. Sebastian Vettel, ese hombre que, por momentos, parecía invencible, se ha vuelto mortal. El 2014 ha observado, sorprendido, como era superado por su compañero de garaje. Lo nunca visto en la carrera del alemán. Sin embargo, el final de año le ha devuelto la sonrisa con su fichaje por Ferrari. Sonrisa que puede ser efímera según avance en la dura realidad de Maranello.

Una expresión que no se borra, sin embargo, en la cara de su ya ex compañero, Daniel Ricciardo. Otro australiano en la oficina de Christian Horner. Tres victorias en su primera temporada con ellos, superando al tetracampeón. El primero que lo logra. Casi nada. Cordialidad y poco más con Vettel. Y eso ya es un triunfo, ya que con Mark Webber el ambiente era más bien tenso. Una relación complicada. Así lo afirma Sebastian. "El hecho de que nunca he tenido la mejor relación posible con Mark es bien conocido".

Sebastian ha querido, también, mostrar su opinión acerca de Ricciado en declaraciones al periódico suizo Sonntagsblick. "En primer lugar, Daniel es de una generación diferente. Él sólo conoce esta nueva F1. Pero trabajamos con respeto. Lo conozco desde hace muchos años y no ha habido ningún problema. Que termine con más puntos que yo me molesta, por supuesto, pero no es una razón para que no me guste", añadió Vettel.

Con Kimi Raikkonen como compañero de equipo en la Scuderia, Vettel tratará de levantar del letargo a 'IlCavalino Rampante'. Su objetivo etá claro, convertirse en el "décimo campeón del mundo" de Ferrari. Sin prisas: "No hemos fijado ningún calendario, ya que rara vez funciona en la F1".