Max Verstappen intentará dejar atrás la frustrante cita de Mónaco con la próxima prueba del calendario, la séptima de la temporada, el Gran Premio de Canadá en el siempre exigente circuito semiurbano Gilles Villeneuve, un trazado técnico que acostumbra a castigar severamente los errores.
Tras luchar por la victoria en el Gran Premio de Mónaco y, tras serle aplicada una sanción de tiempo añadido, perder incluso el podio, el piloto neerlandés acabó terriblemente decepcionado, algo que intentará solucionar en la cita canadiense donde, tal y como ha señalado el piloto; “al menos se puede adelantar”, en clara referencia al mal trago pasado en las calles del Principado.
“Montreal siempre es agradable de visitar. El trazado es bastante desafiante, aunque parezca que hay mucha recta. Las chicanes y la forma en la que pilota sobre los pianos es importante, ya que te compromete mucho si te equivocas. Está todo enlazado, de izquierda a derecha o de derecha a izquierda y si cometes un error en una de ellas, destruyes toda la secuencia.”, añadió Max Verstappen al respecto.
“Es un circuito divertido donde al menos se puede adelantar si es necesario y siempre disfruto yendo allí. Esperamos que Ferrari sea más competitiva en Canadá, por lo que puede ser más complicado para nosotros, pero como siempre, intentaremos maximizar el resultado.”, complementó el piloto de Red Bull.
Canadá ha sido una montaña rusa para Max Verstppen. Aunque no le fue bien con Toro Rosso, ya con Red Bull en su segundo año consiguió finalizar en cuarta posición, subiendo un escalón en 2018 dónde alcanzó el podio, eliminando el mal sabor de boca del año anterior, cuando un fallo eléctrico le dejó fuera de combate a las primeras de cambio.
A sus 21 años, Verstappen completará su quinta participación en las calles de la Isla de Notre Dame, donde se construyó este apreciado circuito aprovechando la tierra proveniente del metro de la ciudad.
