La reacción de Max Verstappen ante la pole de Daniel Ricciardo en el Gran Premio de México dio mucho que hablar. El piloto neerlandés era el favorito para hacerse con la pole tras liderar todos los entrenamientos libres, pero el australiano le arrebató el mejor tiempo por apenas 26 milésimas en la última vuelta de la clasificación. Verstappen se bajó del coche visiblemente enfadado por haber perdido una pole que creía tener en el bolsillo en contraste a la efusiva felicidad de Ricciardo.

Muchos pensaron que Verstappen también se sentía molesto por la manera en la que Ricciardo celebró su pole, una versión que tuvo respaldo en unas declaraciones donde Jos Verstappen afirmaba que el australiano irritó a su hijo con una forma de festejar más propia de haber ganado una carrera. A pesar de estos comentarios, el joven neerlandés niega que se sintiese furioso por la celebración de su compañero de equipo.

“Estaba muy enfadado principalmente por los problemas que tuve en mi motor durante la clasificación. Ese fin de semana era claramente el más rápido, pero no lo fui durante 75 segundos. Eso me cabreó. Por supuesto, cada pequeña cosa relacionada con ello me irrita más. No lo diría, pero literalmente podía haber hecho daño a alguien si me hubiera dicho algo malo tras la clasificación de lo enfadado que estaba”, manifestó Verstappen.

El neerlandés perdió la que posiblemente fue su última oportunidad de convertirse en el piloto más joven de la historia de la Fórmula 1 en conseguir una pole, pues los circuitos de Interlagos y Yas Marina no se adaptan tanto al Red Bull como el Autódromo Hermanos Rodríguez. A pesar de esta circunstancia, Verstappen asegura que no se sintió molesto por quedarse sin batir este récord de precocidad que sigue en manos de Sebastian Vettel.

“No estaba buscando convertirme en el hombre de la pole más joven. No creo que a Lewis [Hamilton] le importe no serlo teniendo sus cinco títulos. No es un drama. Simplemente, luchar por la pole era el objetivo. No había tenido ninguna oportunidad tan buena en comparación a otras clasificaciones donde pensaba que fue bien acabando tercero o quinto. Me sentó horrible, siendo encima segundo por un margen tan pequeño, explicó.