Los focos del Gran Premio de Brasil estuvieron sobre Max Verstappen y Esteban Ocon tanto dentro como fuera de la pista. El neerlandés estaba liderando la carrera cuando el francés le alcanzó después de salir de boxes con neumáticos superblandos, pues su ritmo estaba siendo más rápido que el de Verstappen. Ocon trató de desdoblarse del piloto de Red Bull, pero chocó con él y los dos acabaron trompeando.

Lewis Hamilton aprovechó el incidente para recuperar la cabeza de la carrera y finalmente se llevó la victoria ante un Verstappen que no tardó en ir a pedir explicaciones a Ocon tras bajarse del coche. El neerlandés se dirigió hacia el francés en el pesaje de la FIA y le propició varios empujones antes de ser separados por oficiales del órgano de gobierno, quienes evitaron que el incidente fuera a mayores.

Tanto Verstappen como Ocon fueron llamados a declarar ante los comisarios por lo sucedido en el pesaje. Una vez los dos explicaron su versión de lo ocurrido, el neerlandés fue castigado con dos días de servicio comunitario bajo la discreción de la FIA dentro de los seis meses posteriores al incidente por contacto físico deliberado con un rival.

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Los comisarios reconocieron que Verstappen se dejó llevar por el calentón del momento, además de que el neerlandés afirmó que Ocon le provocó, lo que le hizo perder del todo los papeles. Si bien los comisarios se mostraron comprensivos con la reacción de Verstappen, hicieron énfasis en el hecho de que los deportistas de alto nivel deben actuar de forma apropiada y el neerlandés no lo hizo así.

Esta reunión sirvió para que Verstappen y Ocon aclararan las cosas entre ambos y salieron de la sala de los comisarios estrechándose la mano. Los dos pilotos están acostumbrados a protagonizar tensas batallas desde sus emocionantes duelos en la Fórmula 3, sumándose este incidente al historial de luchas entre ambos a lo largo de sus trayectorias deportivas.