Max Verstappen y Kimi Räikkönen protagonizaron uno de los momentos divertidos de la clasificación, después de que ambos clasificasen tercero y segundo respectivamente.

Durante las entrevistas a pie de pista y en plena recta de meta, los tres pilotos más rápidos de la clasificación se reunieron para comentar sus impresiones sobre la sesión y qué esperaban para la carrera de mañana. El holandés saldrá justo por detrás del finés en la parrilla, por lo que parece inevitable que ambos se encuentren en los metros posteriores a darse la salida.

Con este motivo, Johnny Herbert, encargado de realizar las entrevistas, les recordó su incidente de Singapur, donde ambos terminaron su carrera en la primera curva tras tocarse nada más apagarse el semáforo. El holandés respondió con gracia: "No quiero que me hagan un sándwich", a lo que Kimi replicó: "Yo no quiero que me toquen".

Seguramente, ambos pilotos tendrán más cuidado que nunca para superar sin problema el embudo de la primera y segunda curva de Sepang, uno de los giros más complicados del Mundial.