La primera mitad de temporada de Stoffel Vandoorne ha dejado mucho que desear. El piloto belga todavía no ha conseguido batir a Fernando Alonso en clasificación y su ritmo en carrera ha estado lejos del del asturiano, llegando a ser especialmente preocupante en las últimas carreras. Vandoorne tocó fondo en la clasificación de Gran Bretaña y Alemania, donde fue el piloto más lento de la parrilla.

Stoffel señaló a unos graves problemas en el monoplaza como causa de su bajo rendimiento, unas explicaciones que recibieron el apoyo de Alonso. Para el Gran Premio de Hungría, McLaren optó por reemplazar el chasis del coche del belga con la esperanza de que ayudara a recuperar su ritmo normal. Este cambio pareció funcionar, pues a pesar de quedarse en Q1 en condiciones cambiantes, Vandoorne igualó en ritmo a Alonso en la carrera antes de retirarse por un problema en la caja de cambios.

“Este fin de semana fue una buena señal de que todo ha vuelto a la normalidad. Desde un punto de vista personal, me sentí bien. Demostramos que el ritmo volvió a ser el normal. Fue muy decepcionante terminar la carrera de esa forma. Tuvimos una buena salida. Estábamos un poco por debajo de lo que queríamos en la parrilla, pero tuvimos una buena primera vuelta y nos metimos en los puntos”, declaró Vandoorne.

La estrategia de McLaren ayudó a Vandoorne a alcanzar la zona de puntos, aunque tuviera que abandonar más adelante. “Tuvimos una buena gestión de los neumáticos y un buen ritmo cuando hizo falta. Logramos aguantar mucho tiempo fuera y realizar el ‘overcut’. Adelantamos a muchos coches con esta estrategia. Es una pena que no pudiéramos terminar con los dos coches en los puntos. Duele no haber puntuado”, admitió el belga.