Daniel Ricciardo se ha convertido en el primer piloto sancionado de la temporada 2018 de Fórmula 1. El australiano ha recibido una penalización de tres posiciones en la parrilla de salida del Gran Premio de Australia por ignorar la bandera roja de la segunda sesión de entrenamientos libres del viernes al no reducir suficientemente la velocidad cuando se interrumpió el desarrollo de la práctica.

Los comisarios analizaron la telemetría del coche, así como las imágenes en vídeo y los datos del GPS, además de escuchar la versión de Ricciardo sobre lo ocurrido. El australiano no se mantuvo dentro del tiempo mínimo establecido por la FIA en los dos últimos minisectores señalados y el piloto admitió haber cometido un error a la hora de leer la información de su volante, por lo que rodó por debajo del tiempo mínimo.

Esta incidencia suele castigarse severamente al considerarse una infracción grave. Al considerar que no se llegó a crear una situación de peligro, los comisarios decidieron sancionar a Ricciardo con la pérdida de tres puestos, una penalización menos dura de lo habitual, además de con dos puntos de penalización. Estos son los dos primeros puntos de carnet del australiano en el periodo de 12 meses, así que de momento no peligra su participación en un Gran Premio.

La sanción no son buenas noticias para las opciones de Ricciardo de luchar por la victoria en la primera carrera del año. Después de un viernes tan igualado entre los tres equipos punteros, la pérdida de posiciones en parrilla dificultará la tarea al australiano en un circuito donde es complicado adelantar. Cualquier obstáculo en la remontada de Ricciardo le costará un tiempo clave que podría dejarle descolgado de la batalla por el triunfo en la carrera de casa.

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