Se acabaron las vacaciones para los equipos de Fórmula 1. Las escuderías han regresado a las fábricas para prepararse para encarar las próximas dos carreras que se celebrarán en Spa y Monza. La igualada lucha al frente de la parrilla entre Ferrari y Mercedes continuará tras el final del parón veraniego, con ambas estructuras decididas a hacerse con los títulos tanto de constructores como de pilotos.

Después de una primera mitad donde ninguna de las dos estructuras candidatas a hacerse con el campeonato ha dominado sobre la otra, en Mercedes esperan que esta situación se mantenga en la segunda mitad de la temporada. Por ello, en el equipo de Brackley destacan la importancia de no bajar la guardia, pues cualquier bajón en rendimiento puede ser clave para la batalla por el título.

“Es muy complicado hacer predicciones para Spa. Si esta temporada nos ha enseñado una cosa, es que no hay favoritos claros en unos circuitos específicos y no siempre gana el coche más rápido. La balanza competitiva parece inclinarse a favor de uno o de otro en cada circuito. Lo que está claro es que nuestros rivales están trabajando muy duro”, comentó Toto Wolff.

“Necesitamos mantener la calma, trabajar mucho para eliminar nuestras debilidades y reforzar nuestras fortalezas. Tenemos que ir carrera a carrera. La temporada 2018 promete ser una de la que seguiremos hablando años después y no podemos esperar a volver a correr”, añadió el director de Mercedes.