El retraso de Red Bull en anunciar su motorista ocasionó una demora en los trabajos del proyecto de Toro Rosso. Es por esto que la escudería italiana, tras confirmar que montará motores Ferrari, cumple un exigente programa de trabajo, para tener el chasis listo, de 24 horas al día, los siete días de la semana, hasta el primer día de test de pretemporada.

"Tenemos previsto volver a los procesos de fabricación y decidimos trabajar a tres turnos durante siete días (de la semana), 24 horas para estar listos para la primera prueba", afirma Franz Tost, jefe del equipo Toro Rosso.

Pese a tener un plan de trabajo especial hasta febrero, Tost confirma que Toro Rosso se encuentra ante un problema durante las vacaciones de Navidad, ya que muchos de sus proveedores ocasionarán retrasos. "Desde el lado de Toro Rosso, podemos organizar todo de la mejor manera posible. Nuestro principal problema son otros proveedores y sus vacaciones de Navidad. La mayoría de ellos están cerrados por un mínimo de 10 días y esto hará que sea difícil para nosotros", añade.

Franz asegura que aunque normalmente cada año hay que aplicar este sistema de trabajo, se centra en los últimos días antes de los entrenamientos invernales. Este hecho supone que Toro Rosso tenga que aumentar su plantilla para conseguir cumplir las fechas.

"Nunca hemos tenido que hacer cumplir un turno de 24 horas al día anteriormente. En febrero, los últimos días antes de que termines el coche, a veces tienes esos días pero tal vez es normal que sólo uno o dos días", explica el austríaco.

"Pero tendremos este sistema en el lugar ahora para diciembre, enero y mitad de febrero, así que son dos meses y medio. Hemos traído un gran número de empleados sólo durante este tiempo para eso", concluye.