El primer año de la relación Toro Rosso-Honda se saldó con una novena posición en el mundial de constructores que puede parecer decepcionante, pero el equipo de Faenza mostró atisbos de velocidad a lo largo de la temporada. El cuarto puesto de Pierre Gasly en el Gran Premio de Bahréin fue el mejor momento de una campaña que también tuvo muchas sombras en forma de accidentes.

Ambos pilotos de Toro Rosso sufrieron varios accidentes fuertes que causaron grandes destrozos en sus monoplazas. Algunos de ellos fueron el incidente de la primera vuelta en España en el que se vio implicado Gasly y el golpe contra las protecciones que sufrió Brendon Hartley en Gran Bretaña después de que la suspensión de su bólido se rompiera de repente. Este tipo de accidentes hicieron que Toro Rosso tuviera que gastar más de dos millones de euros en reparaciones.

“Tuvimos buenos momentos esta temporada y otras carreras que no fueron tan bien. Los mejores momentos están claros. Gasly terminó cuarto en Bahréin, que fue una carrera muy buena, y también lo hizo bien en Mónaco y en Hungría, donde fue sexto. Spa fue otra buena carrera porque no nos esperábamos acabar en los puntos, pero fuimos novenos. Fue igual en México, donde fuimos décimos”, declaró Franz Tost a Motorsport.com.

“Pero también tuvimos muchos accidentes. En 2018 gastamos 2,3 millones de euros solo en reparaciones. Gasly tuvo un fuerte accidente con Grosjean en Barcelona y tampoco pudo hacer nada para evitar el choque con Ocon en Francia. También estuvo el fuerte accidente entre Stroll y Hartley en Canadá, además de lo que pasó en Silverstone”, prosiguió el jefe de equipo de Toro Rosso.

“En Monza, a Brendon le tocaron Vandoorne y Ericsson incluso antes de llegar a la primera curva. No fue nada bueno”, concluyó Tost al hablar de la lista de accidentes que dispararon los costes de Toro Rosso la pasada temporada e impidieron a la estructura luchar por unos puntos que podían haber servido para superar a Sauber por la octava posición del mundial de constructores.