El presidente de la FIA, Jean Todt, ha resucitado la idea del motor único para varias competiciones de automovilismo, la cual ya fue propuesta a finales de la década de 2000. De ese modo, diferentes categorías compartirían la misma arquitectura, aunque presentando una alternativa de ajustes en dichos propulsores.

Con el actual desembolso económico que conlleva el desarrollo de los motores híbridos en F1, Todt cree que sería un buen momento para barajar su propuesta: “Probablemente lo que deberíamos decir, lo cual no es fácil, ¿podríamos usar ese motor de F1 en otras categorías de deportes de motor? Por el momento, cada categoría tiene sus propias reglas, por lo que probablemente deberíamos tratar de ver si podemos tener algunas sinergias”, explica el francés a Motorsport.com.

De ese modo, apunta a que el LMP1 del WEC y la F1 podría compartir el mismo motor. Del mismo modo que los actuales propulsores de los monoplazas de la máxima categoría deben aguantar siete carreras en 2018 –tres para todo el año-, la misma tecnología podría ser empleada para las carreras de larga distancia del Mundial de Resistencia.

“Tenemos el campeonato de resistencia con LMP1. Tenemos motores completamente diferentes, por lo que tendría sentido anticipar un futuro para el campeonato de resistencia usando esta sinergia, que por cierto está cubriendo el mismo tipo de kilometraje, concluye.