Renault estrenaba una actualización para todos sus motores de la parrilla en el Gran Premio de Austria; 15 km/h adicionales, o también llamado ‘party mode’ con el que los equipos pueden exprimir al máximo sus motores en sus vueltas de clasificación.

Sin embargo, no hubo rastro de tal mejora en la sesión del sábado, o al menos que quedase reflejada en los tiempos de la tabla. Renault clasificó noveno y décimo con Carlos Sainz y Nico Hülkenberg respectivamente, aunque estuvieron más lejos de lo habitual de Haas, sus principales rivales.

Red Bull tampoco tuvo opción de luchar por la Pole; de hecho, Romain Grosjean fue capaz de superar a Daniel Ricciardo, quedando el australiano intercalado entre los dos monoplazas de la formación americana. Los dos pilotos del equipo austriaco fueron protagonistas durante la clasificación debido a su polémico encontronazo en Q3.

Sin con los dos anteriores el nuevo mapa motor no funcionó, a McLaren no le fue mucho mejor. Stoffel Vandoorne cayó en Q1 y partirá 16º. Por el contrario, Fernando Alonso fue capaz de entrar en Q2, aunque los caballos extra de potencia no consiguieron marcar la diferencia con sus rivales para intentar estar en Q3. El piloto español partirá 13º por la penalización de cinco posiciones a Charles Leclerc.