La suerte del campeón se ha terminado para Sebastian Vettel durante este inicio de temporada. Después de conseguir cuatro campeonatos del mundo de forma consecutiva, el piloto alemán ha bajado en picado su rendimiento y ha tenido muchos problemas con el motor Renault.

A pesar de haber cambiado el chasis después del Gran Premio de China, los problemas de fiabilidad volvieron a aparecer en Mónaco, ya que le arruinaron tanto la clasificación como la carrera. "Un motor turbo sin impulso no es un motor turbo", bromeó con los medios alemanes.

Vettel celebraba su Gran Premio número 100 con Red Bull en Montecarlo, pero no pudo celebrarlo de la mejor forma posible. El tetracampeón del mundo siguió con sus bromas al terminar de la carrera. "¿Cómo puedo salir de aquí? No tengo barco". Un sentido del humor que, sin duda, choca con la frustración que demostró en carrera. "Vamos chicos. Tenéis que intentarlo todo", dijo por radio.

Al mismo tiempo, su compañero de equipo Daniel Ricciardo ha firmado un inicio de temporada espectacular y parece que el 'segundo piloto' sea el alemán en lugar del 'debutante' australiano. "Cada campeón pasa por una fase así en algún momento. Parece haber heredado el coche de Mark Webber", dijo Martin Brundle al Die Welt.

Por desgracia, Vettel no tuvo más remedio que acatar estos comentarios y empieza a sentir en sus propia piel lo que le sucedió a su excompañero de equipo Mark Webber. "Siempre hay algo diferente que va mal, pero no puede continuar para siempre".

El presidente honorario de Mercedes, Niki Lauda, admitió que todos los problemas están perjudicando al tetracampeón del mundo de F1. "Esto puede pasar cuando un equipo está intentando volver con mucha fuerza, pero desafortunadamente siempre le pasa a Sebastian (Vettel). Cuando las cosas van mal, salen mal", dijo el tricampeón austriaco a la RTL.