Considerado uno de los mejores pilotos británicos durante los años 50, Roy Salvadori siempre fue eclipsado por pilotos como Stirling Moss, Peter Collins, Tony Brooks y Mike Hawthorn. Su carrera abarcó desde 1952 hasta 1962 y su mejor resultado fue un segundo puesto en el Gran Premio de Alemania de 1958. Durante todo este período disputó un total de 47 carreras con coches de Ferrari, Connaught, Maserati, Vanwall, Cooper, BRM, Aston Martin y Lola.

Inglés de padres italianos, Roy comenzó su andadura en Fórmula 1 el 19 de julio de 1952 en el circuito de Silverstone con un Ferrari privado, donde terminó en octava posición. Después de su debut disputó cinco Grandes Premios con el equipo Connaught, pero no pudo terminar ninguna carrera. Salvadori logra el éxito en carreras no puntuables con un Maserati 250F del equipo Gilby Engineering creado por Sid Greene.

En 1957, Salvadori se presentó en el GP de Mónaco con un BRM, el número 8 de Owen Racing Organisation. Sólo pudo participar en los entrenamientos, puesto que falló la calificación para la carrera con el decimoséptimo puesto y 1'49"6, a un segundo completo de su compañero de equipo, Ron Flockhart, y a 6'9 del poleman, Juan Manuel Fangio. No obstante, su tiempo estaba dentro del 107% –exactamente a 106,7%–.

La manera de pilotar de Roy no pasó desapercibida, y sus mejores años vienen con los equipos Aston Martin y Cooper, aunque fue con éste útimo con el que consiguió dos podios y terminó cuarto en la Clasificación Mundial de 1958.

Pese a todo, su periplo por las 24 horas de Le Mans fue mucho más fructífero–se proclamó campeón junto a Carroll Shelby en 1959 con un Aston Martin y consiguió un tercer puesto con Jim Clark en 1960–, su trayectoria en la F1 terminó con un Lola en el equipo Bowmaker, con quien se retiró definitivamente a finales de 1962.

Tras tres años desvinculado de la Formula 1, Roy decidió regresar como jefe de equipo en Cooper en 1966, pero después de otras dos temporadas decidió dejarlo definitivamente para continuar su vida de jubilado en Mónaco.