Si la lluvia hace aflorar el talento de los pilotos, la primera carrera de la World Series by Renault 3.5 en el circuito de Hungaroring confirma una vez más que Roberto Merhiy Carlos Sainz son dos verdaderos ases del volante, pilotos que emocionan.

Hoy, el máximo reconocimiento se lo lleva el de Benicàssim, que ha deslumbrado a la competencia para conseguir la victoria más amplia que se recuerda en la historia de las World Series, casi medio minuto de ventaja sobre Pierre Gasly, la joven promesa de Rouen. Y mientras Merhi se escapaba en cabeza, el líder del campeonato, Carlos Sainz, fraguaba una espectacular remontada que le ha llevado de la decimocuarta posición a la cuarta en un espectacular sprint, digno de alguien que aspira a correr en Fórmula 1. No ha habido accidentes ni problemas técnicos, sólo dos pilotos que han exprimido sus máquinas mejor que los demás.

El día amaneció cubierto en Budapest, pero las previsiones meteorológicas no señalaban lluvia para el primer día de carreras de la World Series en el trazado de Hungaroring. La pista todavía acusaba el chaparrón que ha caído esta madrugada cuando ha empezado la sesión calificatoria de la mañana, no tanto por mojada sino por fría y por haberse quedado sin apenas goma en la superficie.

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No ha sido extraño, pues, que hayan abundado las salidas de pista e incluso haya sido necesario detener la sesión en dos ocasiones. Primero, Sergey Sirotkin ha 'empanzado' su Fortec cuando trataba de volver a pista después de un trompo en la curva 3, y casi todos los pilotos han tenido que detener su primera tanda rápida. Final de trayecto para el ruso, que se subirá al volante del Sauber de Fórmula 1 en los entrenamientos libres del GP de Rusia, pero no para el resto de participantes, que han vuelto a la carga apenas unos minutos más tarde, y con 17 por delante.

Mucho más determinante ha sido la segunda interrupción, causada por un incidente del danés Marco Sörensen. Tras salirse de pista, el piloto de Tech 1 ha dejado el coche en la escapatoria, pero en situación peligrosa para el resto de participantes, lo que ha forzado la aparición de la bandera roja cuando apenas faltaba un minuto de la sesión, justo cuando la mayoría de pilotos buscaban rebajar sus cronos. Carlos Sainz era uno de ellos; el piloto del Red Bull Junior Team había llevado sus neumáticos a la temperatura perfecta vuelta a vuelta, sin buscar un crono de referencia, así que no sólo ha perdido la posibilidad de exprimir su DAMS hasta el máximo, sino que además se ha visto lastrado por sus anteriores vueltas.

En el momento del accidente de Sörensen, el madrileño ocupaba la decimocuarta plaza, y como la sesión no se ha reiniciado, el líder del campeonato ha arrastrado ese lastre a la parrilla de salida. Algo similar le ha sucedido a Roberto Merhi, que ha salido tarde a pista y se encontraba en el momento óptimo cuando la calificación ha llegado a su prematuro fin. Oliver Rowland y Pierre Gasly, cuarto y tercero en el campeonato, respectivamente, sí han sacado todo el rendimiento a su material y, de hecho, el accidente les ha protegido al frente del pelotón.

Sin embargo, la balanza cósmica, o la meteorológica, iban a cambiar esta situación ostensiblemente unas horas después. Unas tímidas gotas de agua han devenido en chaparrón, y el deslizante asfalto de Hungaroring, junto a su discutible capacidad de drenaje, han puesto el resto.

La carrera ha empezado a las dos de la tarde y tanto Merhi como Sainz han salido perfectamente. En la primera vuelta, el castellonense ya era segundo por detrás de Rowland, mientras que el líder del certamen ocupaba el sexto lugar, que ha convertido en cuarto tan sólo unos giros más tarde. Merhi no se ha conformado con ser segundo y, aunque su equipo le ha pedido en repetidas ocasiones que conservase sus neumáticos, ha aprovechado un error de su rival en la primera curva para ganarle el interior y tomar el liderato de la carrera. No ha sido tarea fácil, porque en los anteriores pasos por meta se han 'colado' ambos, y la naturaleza del circuito magiar tampoco facilitaba el rebase.

En cuanto Merhi ha tenido pista limpia, su cabalgada ha sido incontestable, ya que el único coche en condiciones de rodar muy rápido, el de Carlos Sainz, estaba inmerso en una pelea fratricida con Pierre Gasly, entonces tercer clasificado. El hijo de 'El Matador' ha buscado el hueco por activa y por pasiva, pero en ese momento ya empezaba a perjudicarle el progresivo secado de la pista, que perjudicaba a las claras el rendimiento de sus neumáticos, con presiones idóneas para la tormenta inicial pero no para la segunda fase de la prueba. La inevitable degradación de sus compuestos le ha aconsejado mantenerse en el cuarto puesto, que le permitía limitar las pérdidas en el campeonato frente a su compatriota y rival, Merhi, que ha cabalgado hasta la victoria y ha reducido su desventaja hasta 26 puntos.

El ritmo de Merhi ha martilleado a sus rivales con ventajas de hasta dos segundos por vuelta y, de hecho, los 29 segundos de margen con los que ha cruzado la línea de meta le convierten en el piloto con una victoria más holgada que se recuerda en la categoría. Por detrás de él, Gasly ha superado a Rowland en la última curva de la carrera, apenas unos metros antes de la línea de meta, y consolida así su tercer puesto en la general, mientras que Sainz ha confirmado ante la bandera a cuadros su cuarto lugar, muy meritorio después de partir tan retrasado.

La previsión meteorológica para mañana vaticina más lluvia, e incluso más intensa que hoy, así que la afición puede esperar otro brote de talento de los primeros espada de la categoría que, casualmente, son españoles. Partirán de cero, como siempre en la World Series, con una sesión calificatoria a las 10 de la mañana, que decidirá la parrilla de salida para el plato fuerte, la carrera de las dos de la tarde. En España, se podrá ver por televisión a través de Eurosport, Aragón TV y Canal Sur.