Daniel Ricciardo espera dejar el mal sabor de boca del Gran Premio de Italia con un gran resultado en Singapur. La cita nocturna volverá a brillar en la noche de Marina Bay el próximo fin de semana, una de las pruebas más duras de la temporada. El calor, la humedad y la duración de la carrera –la más larga del año- la convierten en un auténtico desafío para los pilotos.

“He aprendido a apreciar el desafío de Singapur. Para mí, el primer año que corrí allí en 2011 fue una de las peores carreras en las que participé, asegura Ricciardo. “Físicamente fue tan intenso, solo subestimé lo difícil que sería. No estaba en un lugar feliz después de esa carrera, me dio la sensación de que nunca más volvería a querer experimentar la sensación de un coche de carreras, así que me hice una promesa de que siempre iría a Singapur preparado en exceso. En cierto modo, esto es algo de lo que me enorgullezco; siempre llego sintiéndome realmente fuerte y bien preparado. Ahora realmente me gusta ese desafío y también me adapto al calor. De una manera extraña, el dolor se ha convertido en placer en los últimos años”, continúa.

"Me dio la sensación de que nunca más volvería a querer experimentar un coche de carreras"

En Monza, el ‘aussie’ abandonó en plena carrera por un fallo en el embrague de su Red Bull. Históricamente, Singapur no se le ha dado mal al equipo austriaco, por lo que apelan a lograr un gran resultado en sus calles. Ricciardo no descarta, incluso, pelear por la victoria.

“Como todos saben, me encantan los circuitos urbanos. La sensación de conducir al límite, tan cerca de los muros, es algo de lo que no te cansas. Es la carrera nocturna original y el calendario siempre es bastante agitado, pero hay algo romántico en ir a la pista por la noche y luego a la cama a las cuatro o cinco de la mañana. Es un lugar donde también he tenido buenas carreras y he terminado bastante bien. He tenido cuatro podios y tres segundos lugares consecutivos allí, así que ya es hora de que gane la maldita carrera”, concluye.