A corto plazo, el fichaje de Daniel Ricciardo por Renault no iba a ser positivo. A día de hoy es más fácil estar en el podio con un Red Bull que con un Renault. Pero esa circunstancia no impidió a Ricciardo ser ambicioso y pensar en el futuro. Parece ser que el proyecto de los de Enstone era más jugoso, al menos en los que respecta a los intereses del australiano que logró su última victoria en el GP de Mónaco de la temporada pasada.
Hace unas semanas, Sebastian Vettel salía a la palestra para criticar la memoria cortoplacista de la gente en el mundillo, así como la de los aficionados, alegando que el único que no actuaba así era su archirival, Lewis Hamilton. Según parece, y ante la ausencia de Ricciardo en el podio de la Fórmula 1, el de Renault opina de forma similar a la de su ex compañera de equipo en Red Bull por allá en la temporada 2014.
“Lo acepto. Por supuesto, es a corto plazo, pero eso pasa probablemente en los mejores deportes. Imagínate en fútbol, un jugador marca un ‘hattrick’ y en los siguientes dos partidos mete gol, y es como… ‘¿qué ha pasado?’”, explica el piloto de Renault. “Lo principal es que sé lo que tengo que hacer.”
“La gente a veces se impacienta, pero mientras yo sepa que estoy en la dirección correcta, entonces genial, y a veces se necesita un poco de paciencia. Todo está bien. No he hecho nada para olvidarme de cómo conducir. Sé que ha pasado mucho tiempo desde que no subo al podio. Pero todavía recuerdo qué debo hacer. A veces solo se necesita un poco de paciencia”, insiste el piloto australiano, mostrándose realmente seguro de sí mismo.
“Tal vez hace una o dos semanas era el rey del espectáculo. Cuando estás en el nivel más alto de cualquier deporte, la gente siempre espera que estés en la cima todos los días. No estoy enfadado, lo entiendo”, recalca Ricciardo, “Está bien. Al menos para mis chicos del box, ya que nosotros aún no habíamos podido acabar ninguna carrera.”
En Bakú el aussie tendrá una nueva oportunidad de buscar el podio y reconciliarse con un circuito que en 2018 le trató mal, pero en el cual ganó en 2017. Quién sabe, Bakú siempre es escenario de cosas imprevisibles y, quizás, solo con mantenerse en pista podría alcanzar un gran resultado.
