Daniel Ricciardo ha dado una lección magistral de pilotaje en el Gran Premio de Mónaco. El australiano no solo dominó de principio a fin el fin de semana, sino que tuvo que completar más de 40 vueltas con el 75% de la potencia del motor, lo que supone una perdida de 2.5 segundos por vuelta.

“Perdió aproximadamente el 25% de la potencia del motor”, explica Horner a Sky Sports F1. “Debido a la manera en la que funcionan estos motores, las temperaturas de los frenos aumentaron. Lo vimos con Lewis Hamilton y Nico Rosberg hace unos años en Montreal”, añade.

Ricciardo aguantó con nervioso de acero la presión de Sebastian Vettel, quien también sufrió con la degradación de los neumáticos, lo que dio cierto respiro al piloto australiano. Aun así, la gestión, concentración y temple de Ricciardo ruante toda la carrera fue de campeón del mundo. De hecho, Horner reconoce que barajaron retirar el monoplaza.

“Fue increíble. Ha sido el más rápido en cada sesión. Perdimos el MGU-K en las vueltas 17-18, y eso son 2.5 segundos por vuelta. Las temperaturas de los frenos se descontrolan. Me dijeron que teníamos que retirar el coche después de una o dos vueltas, y le dije: ‘estamos liderando el GP de Mónaco, seguimos adelante’. Ricciardo hizo una carrera increíble”, concluye.