Daniel Ricciardo no recordará la temporada 2018 como la mejor de su trayectoria en Fórmula 1. El piloto australiano comenzó el año sumando dos victorias en la primera parte de la campaña que resultaron ser sus únicas apariciones en el podio. Ricciardo se vio afectado por un sinfín de problemas de fiabilidad en su Red Bull que le relegaron a una alejada sexta posición en el mundial de pilotos.

Las estadísticas de Ricciardo resultan todavía más desmoralizantes si se comparan con las de Max Verstappen. El neerlandés consiguió dos victorias y se subió al podio en un total de 11 ocasiones, incluyendo en las últimas cinco carreras del año. Ante una temporada llena de tantos problemas, Ricciardo optó por ignorar los números en la pelea entre compañeros de equipo en Red Bull.

“Llegué a un momento, probablemente alrededor del parón veraniego, donde me dejaron de importar las estadísticas. Sabía que probablemente me iban a ganar en clasificación e iba a terminar el año con menos puntos, ¿pero a quién le importa? Solo quiero hacer lo que pueda y, si funciona, bien; si no, la vida sigue adelante”, declaró Ricciardo a Motorsport.com.

Vehicle, Wheelchair, Mode of transport, Recreation, Disabled sports, Wheelchair sports, Street, Rickshaw, Sports, Bicycle, pinterest

“Por supuesto que me importaba, pero simplemente no quería ponerlo en un pedestal. Ya tenía muchas cosas en la cabeza y no quería llenarla con más expectativas. Hice el mejor trabajo que pude. Quizás podía haberle ganado. Si no, pues se intentaría otro día”, añadió el australiano, que acumuló el mayor número de retiradas de la parrilla con un total de ocho.

Ricciardo reconoce que, incluso en las primeras carreras de la campaña, la suerte no estuvo a su favor. “Gané dos de seis carreras, pero en las otras cuatro siempre hubo algo de drama. En Melbourne, recibí una sanción incluso antes de que la temporada empezara, así que ya tenía ganas de romper una pared. En Bahréin, mi carrera terminó tras una vuelta”, relató.

“Gané en China de una forma espectacular. Luego, todos sabemos lo que ocurrió en Bakú. Trompeé detrás del coche de seguridad en Barcelona y entonces gané en Mónaco. Aunque fueran buenas, esas seis carreras representaron la locura que continuó este año hasta el final”, concluyó Ricciardo.