Renault ha estado un paso atrás con respecto a sus rivales desde la llegada de la era híbrida a la Fórmula 1. El fabricante francés no ha conseguido en ningún momento ponerse a la altura de Mercedes y Ferrari, quienes claramente encabezan el ranking de suministradores de motores. Renault ha sido incapaz de explotar el potencial de sus unidades, aunque parece que ha habido progresos este invierno.
Una de las prioridades de Renault durante el periodo invernal fue el rendimiento de sus motores, por lo que destinaron muchos recursos a la mejora de las unidades de potencia. El fabricante francés confía en poder reducir la distancia con Mercedes y Ferrari, unas esperanzas motivadas por el rendimiento mostrado durante los test de pretemporada.
“Todo lo que desarrollamos y medimos en el banco de pruebas fue lo mismo que vimos en pista. Fue bastante similar en los últimos años, pero este año es otra vez donde estamos. Nos hemos puesto objetivos altos para este año y los hemos alcanzado. Estamos contentos con lo que hemos conseguido. Aun así, tenemos que esperar hasta Melbourne para ver dónde estamos”, declaró Remi Taffin.
“La única presión que tenemos viene por parte de nuestra empresa. Tenemos que mirarnos a nosotros mismos primero y teníamos deberes por hacer. Nos hemos puesto unos objetivos que tenemos que intentar cumplir a los dos lados del canal. Estoy seguro de que el resto hará un buen trabajo, pero creo que estamos contentos con lo que hemos hecho”, añadió el máximo responsable de motores de Renault.
El suministrador pudo introducir un modo clasificación por primera vez en 2018, una característica que Renault espera seguir mejorando esta temporada. “Hemos probado muchos modos en los últimos días y estamos contentos con cada uno de ellos. Independientemente de que fuera carrera, clasificación u otro tipo, ahora estamos persiguiendo lo que necesitamos”, comentó Taffin.
