Legislando lo innecesario podría ser perfectamente el lema de la FIA. La repentina llegada de Max Verstappen a la Fórmula 1, piloto que demostró de sobremanera estar preparado para estar en la competición y no desentonar respecto a otros novatos, hizo que la FIA moviera ficha para demorar en el tiempo llegadas como la del neerlandés.
Normas que no han impedido que, en este plazo de tiempo, pilotos como Jolyon Palmer, Rio Haryanto, Lance Stroll o Sergey Sirotking, por citar algunos casos que los aficionados han cuestionado, hayan llegado con todas las de la Ley a Fórmula 1, tras cumplir sobradamente los requisitos solicitados, que en ningún caso miden la calidad del piloto.
Si bien es cierto que la Fórmula 1 ha tendido a ser más restrictiva en el apartado de los pilotos que compiten en Gran Premio desde que le tuvieran que retirar la licencia a Yuji ide al comienzo de la temporada 2006, el hecho de que hayan decidido regular hasta la presencia de pilotos en los test, carece de cualquier lógica, sobre todo cuando se trata de pilotos que se conoce que llegan por talento y no por el tamaño de su cartera.
Es lo que está ocurriendo con el último talento de Red Bull, el polémico Dan Ticktum al que ya apoyaban en Fórmula 4, cuando ignoró un coche de seguridad, adelantando a 10 rivales para golpear a un contrincante por venganza, y fue sancionado con un año de retirada de licencia. Al regresar, Ticktum, que no ha vuelto a protagonizar ningún incidente, demostró su calidad, por lo que ingresó en el Red Bull Junior Team, compitiendo en Fórmula 3.
Luchando contra las poderosas estructuras de Prema, Carlin y Van Amersfoort, enrolado en Motopark, Ticktum ha ganado carreras y es uno de los aspirantes al título. Una situación no muy diferente a la de Max Verstappen cuando saltó directamente a pilotar entrenamientos libres de Fórmula 1. Pero en esta ocasión, Ticktum carece de un papel, una licencia de un rango mayor que de forma difícilmente entendible, la FIA exige para poder subirse a un Fórmula 1, dejando de lado lo que en teoría debería ser lo más importante en competición, el talento.
Una norma que no evita que pilotos como Gelael, Latifi o Mazepin, de inexistente palmarés, pero acompañados de un gran presupuesto, tomen partido en estos test, pero que sí provoca que futuros talentos como Ticktum lo haga. Legislar lo incensario para conseguir el efecto contrario al deseado. Una piedra contra la que la FIA se empeña en tropezar demasiado a menudo.
Para los próximos test post GP de Hungría, Red Bull vuelve a acudir al piloto que le hace los trabajos de simulador, el británico Jake Dennis, cuyo futuro está lejos de la Fórmula 1, pero cuya participación se ajusta a los parámetros de la FIA. Para ver a Ticktum sobre un Fórmula 1 habrá que esperar a final de año, donde quizás se de la situación de que el británico se proclame campeón de Fórmula 3 antes de ser autorizado siquiera a realizar un test.
